
La mayor transformación que jamás se ha hecho en España está a un pasito de ser aprobada definitivamente. El Duch (Desarrollo Urbanístico Chamartín), sociedad participada por BBVA y Grupo Sanjosé, ha obtenido el visto bueno medioambiental de la Comunidad de Madrid y, ahora tan sólo queda que el mismo organismo apruebe el plan municipal. Algo que, previsiblemente, se hará en breve.
En 2012 las primeras grúas empezarán a trabajar en los tres millones de metros cuadrados que ocupa el proyecto y que actualmente ocupan las vías férreas. Ése será el pistoletazo de salida de la urbanización de la zona y habrá que esperar hasta 2018 para ver el primer edificio terminado.
Cambiar el skyline de Madrid para siempre tendrá un coste de 11.000 millones de euros, de los que más o menos la mitad serán inversión privada. El proyecto estará coronado por el mayor rascacielos que albergará la capital de España. Un edificio de 60 pisos al que le acompañarán otros 14 edificios de más de 25 plantas destinados a oficinas y concentrados en los extremos sur y norte de la operación y en el centro, así como una decena de torres de 15 o 20 pisos para viviendas.
Creación de empleo
Su eje principal es la eficiencia energética, la creación de empleo, la movilidad sostenible y el consumo óptimo del agua así como de la energía que procede del sol. Duch integrará más de medio millón de zonas verdes, con un parque central de 130.000 metros cuadrados, regados con agua reciclada. Movibilidad y sostenibilidad irán de la mano gracias a un carril bici de 18 kilómetros y a la cercanía de las estaciones de metro y ferrocarril.
El objetivo es que cualquier vivienda y puesto de trabajo esté a menos de 300 metros de una futura estación de metro y a menos de 500 metros de una estación de Cercanías y 100 metros de una parada de autobús.
Duch, conocido como la prolongación de la Castellana, permitirá unir con el eje financiero de la capital los barrios localizados en la periferia de Madrid que, gracias a la reforma de la Estación de Chamartín, estarán conectados en apenas minutos con el AVE, con el nuevo túnel que se construirá entre las estaciones de Atocha y Chamartín, y con la moderna T4 del aeropuerto de Barajas.
4.000 viviendas protegidas
En 2027, cuando está planeado que concluya la metamorfosis de la capital, la prolongación de la Castellana albergará 20.000 nuevas viviendas, 4.000 de las cuales serán protegidas, 1,2 millones de metros cuadrados de oficinas y 165.000 metros cuadrados de zonas comerciales, la misma superficie que se destinará a hoteles.
Se calcula que este desarrollo permitirá crear 88.000 nuevos puestos de trabajo y albergará una población que superará las 50.000 personas. A pesar de lo mastodóntico del proyecto, gracias a la atención que se ha prestado al medio ambiente, se conseguirán ahorros energéticos de hasta el 40% y del 24% en el consumo de agua potable.
Para el director general ejecutivo de Aguirre Newman, Jaime Pascual, se trata de una muy buena noticia para el sector inmobiliario a largo plazo. "Espero que la operación Chamartín marque un urbanismo más inteligente y racional en Madrid que lo visto hasta ahora", explica. A su juicio, esta obra marcará el motor de crecimiento de la ciudad en los próximos años una vez se active de forma definitiva la demanda.