
Standard & Poor's ha abierto la veda. El retraso en la colocación del déficit de tarifa ya tiene consecuencias. La agencia de calificación crediticia anunció ayer un recorte en las notas de Enel, Endesa e Iberdrola.
El Gobierno, tal y como adelantó elEconomista, decidió retrasar la colocación de la hipoteca eléctrica para el año 2011 debido a la alta volatilidad del mercado. A esta situación se le añade la decisión de congelar la parte regulada de la tarifa, lo que provocará un nuevo incremento de cerca de 5.000 millones, 2.000 millones más de lo previsto, que hará que este agujero se acerque a los 22.000 millones de euros.
Aunque las empresas tienen garantizado el cobro y además ya están dados todos los pasos para que se pueda llevar a cabo la titulización, la agencia de rating no ha querido seguir abriendo la puerta a mayores incertidumbres y ha tomado cartas en el asunto para rebajar la calificación crediticia.
De este modo, Standard & Poor's ha situado el rating a largo plazo de Endesa de A- (tercera nota dentro de la calidad buena) en vigilancia negativa tras haber adoptado una decisión similar acerca de la calidad crediticia de Enel.
La agencia mantiene además la calificación de Endesa a corto plazo en A-2 (nota media de calidad buena) y revisa el perfil de crédito individual de la eléctrica de A- (calidad buena) a BBB+ (calidad aceptable).
Buena gestión
En el caso de Iberdrola, la agencia de rating asegura que pese a las acciones positivas tomadas por la dirección de la eléctrica, el retraso del déficit y la mala situación económica de España han forzado a la entidad a poner en perspectiva negativa a la eléctrica, así como a sus filiales Iberdrola USA e Iberdrola Renewables Holding.
Standard & Poor's (S&P) ha decidido mantener el rating a corto y largo plazo de Iberdrola en A-2 y A-, respectivamente. De este modo, la compañía se mantiene como la única utility española que conserva todas sus calificaciones dentro del nivel A.
En la nota emitida, S&P destaca el "efecto adverso en los negocios del grupo" provocado por "la diferencia estructural entre las tarifas eléctricas y los costes de la electricidad en España".
La agencia destaca en sus notas "las débiles condiciones económicas" de España, pero recalca la "disciplinada política financiera para preservar la caja y reducir deuda" que está llevando a cabo la compañía presidida por Ignacio Galán. Asimismo, califica su liquidez, que a cierre del tercer trimestre asciende a 10.166 millones de euros, como "fuerte".
Tras la decisión de S&P, Iberdrola consolida su calificación crediticia media en el nivel A. En julio de 2010, Moody's también decidió mantener el rating A3 a largo plazo y Fitch situó el pasado 8 de julio de 2010 el rating de la empresa en A, con una perspectiva estable.
Gas Natural Fenosa no se vio afectada ayer por los cambios de calificación de Standard & Poor's.