
DEOLEO SA
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El grupo SOS ha despertado el apetito comprador del capital riesgo. El fondo francés PAI Partners está estudiando la posibilidad de presentar una oferta por las marcas italianas de la compañía: Bertolli, Carapelli y Sasso. SOS ha confirmado a la CNMV que negocia con PAI.
El problema es que aunque, según han confirmado fuentes próximas al gigante alimentario, PAI podría llegar a ofrecer hasta 700 millones de euros, SOS <:SOS.MC:> ha cerrado totalmente la puerta a una posible desinversión en este sentido, al menos por el momento.
La empresa que preside Mariano Pérez Claver sí que vería en cambio con buenos ojos que PAI, o cualquier otro fondo, pudiera acudir a su ampliación de capital dineraria, por importe de 200 millones de euros. Ayer un portavoz oficial de la compañía desmintió de hecho tajantemente que se fuera a vender el aceite italiano, pero no quiso en cambio hacer ninguna valoración sobre la posibilidad de que PAI pudiera entrar en el capital. "Hemos comunicado ya públicamente a la CNMV que estamos negociando con varios inversores, tanto industriales como financieros, y no vamos a dar ningún detalle más sobre posibles nombres", aseguró.
Un gigante del capital riesgo
PAI es una de las mayores gestoras de capital riesgo de Europa, con fondos por valor de 7.000 millones de euros. Desde 1998, ha completado 37 operaciones en 9 países europeos, con un valor agregado de más de 34.000 millones. Copropietario en España de Cortefiel junto a CVC y Permira, la última operación la ha cerrado esta misma semana con la compra a Ferrovial de Swissport, compañía líder mundial en servicios aeroportuarios en tierra, por 654 millones de euros (900 millones de francos suizos).
PAI es, además, un antiguo conocido del grupo SOS. El grupo francés Paribas, bajo cuyo paraguas operaba hace años el fondo, fue socio en la arrocera de los hermanos Salazar y el empresario suizo Daniel Klein hasta el año 1997. Llegó a tener un 17 por ciento del capital, pero salió del accionariado antes de que se adquiriera la galletera Cuétara -hoy propiedad de Nutrexpa- y el grupo Koipe, dueño también de la marca Carbonell.
Pero no se trata de la única inversión de PAI relacionada con el sector alimentario. En la actualidad, el fondo francés es propietario del 50 por ciento de la conocida marca de yogures Yoplait. De hecho, a finales del año pasado orquestó una oferta junto al grupo Leche Pascual para intentar hacerse con el control de Puleva. Una operación que finalemente no fructificó debido a que la francesa Lactalis desembolsó por la filial láctea de Ebro nada menos que 630 millones de euros.
Además, PAI ya sabe lo que es hacer negocios con grupos alimentarios españoles. El fondo vendió allá por 2005 el grupo de pasta galo Panzani a Ebro por algo más de 330 millones de euros. Y aún hay más. PAI Partners también es dueño, junto a Blackstone, del gigante galletero United Biscuit, una compañía a la que se le ha puesto el cartel de se vende durante los últimos meses.
Ambos fondos querrían deshacerse de la compañía por un precio de partida de 2.300 millones de euros, aunque por el momento la operación se encuentra en punto muerto. La compra más reciente de PAI Partners tiene también que ver con el gran consumo. Hace apenas unos días adquirió la compañía suiza Nuance, dedicada a la gestión de tiendas aeroportuarias.
Si PAI decidiera finalmente entrar en la puja abierta por el capital de SOS tendrá que competir con el grupo norteamericano Bunge y Hojiblanca, que encabeza una oferta de las cooperativas andaluzas. En principio, el socio preferido por la dirección de la empresa es la primera, ya que le permitiría crecer con fuerza en el mercado estadounidense, que considera absolutamente prioritario.
El problema es que para la Junta de Andalucía es imprescindible garantizar la españolidad del olivar y, aunque todavía no se ha pronunciado acerca de Bunge, sí que presionó con fuerza a las cajas de ahorros para evitar a toda costa la llegada de la portuguesa Sovena, que ha dicho ya que no acudirá a la ampliación de capital. Otra posible opción es la de la francesa Leisure, aunque, en principio, es la que menos posibilidades tiene de éxito.