ACS ingresará 2.300 millones de euros por la venta de de su poder político en Abertis al fondo CVC Capital Partners. La constructora tiene ahora varias opciones para emplear esa cantidad, las dos principales son aumentar su participación en Iberdrola o reducir deuda. Los analistas tienen clara su recomendación.
ACS (ACS.MC) reiteró en su última junta de accionistas que tenía la intención de elevar hasta el 20% la participación del 12% que actualmente tiene como primer accionista, lo que supondría una inversión de unos 2.000 millones de euros.
Sin embargo, los informes hechos públicos por las principales casas de análisis recomiendan que la constructora destine, al menos gran parte de la inversión, a reducir su endeudamiento, que se ha incremetnado en casi 1.200 millones de euros desde enero (hasta 10.423 millones). ACS es una de las constructoras más endeudadas del mercado español, sus compromisos financieros representan, según estima el consenso de mercado, 6,6 veces su beneficio bruto de explotación.
No obstante, la constructora avanzó el pasado 30 de julio que destinaría los recursos de la desinversión de en Abertis a sus "planes de inversión", entre los que se encuentra Iberdrola, pero también otros proyectos de concesiones o renovables.
La compañía que preside Florentino Pérez debe alcanzar esa participación en Iberdrola (IBE.MC) o entrar en el consejo de administración de la eléctrica para consolidarla en sus cuentas. Hasta ahora sólo se anota los dividendos. La entrada en el máximo órgano de gestión de Iberdrola está pendiente de la resolución del cruce de impugnaciones que las compañías tienen en los juzgados mercantiles.
Iberdrola está más barata
Si ACS optara ahora por lanzarse a por Iberdrola la comprará más barata que en sus anteriores asaltos. La valoración de la eléctrica, que ha desplomado en los últimos meses hasta situarse actualmente en su nivel más bajo de los últimos cuatro años podría haber hecho suelo. Es el momento que debe aprovechar Florentino si no quiere que se le encarezca la operación.
Desde junio de 2006, los analistas no valoraban a un precio objetivo tan bajo a la empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán: 6,45 euros por acción.
El hecho de que los analistas valoren a la compañía en su nivel más bajo de los últimos cuatro años, no implica, sin embargo, que Iberdrola se haya quedado sin potencial. Los 6,45 euros en los que se sitúa ésta le otorgan un recorrido al alza en bolsa del 16,7% todavía. Un potencial que es incluso superior al que ha presentado la eléctrica en los últimos cinco años de media (11,5%, según datos de FactSet) y que podría ser elevado en la misma proporción en que ACS vaya avanzando casillas en el tablero rumbo a la eléctrica.
La opción más lógica
En este sentido, Nomura señala que la idea de ACS es alcanzar el 20% en Iberdrola, pero que la constructora no ha adquirido acciones pese a las oportunidades que han surgido en los últimos meses y subraya que, por el contrario, su presencia en la compañía depende, precisamente, de las refinanciación que haga de su deuda.
En este sentido, Ibequities también consideran que el uso "más lógico" del dinero sería destinar la mayor parte de la desinversión a reducir la deuda, e invertir una cantidad más reducida a adquirir un porcentaje pequeño del capital de la eléctrica.
Por su parte, UBS no preve "fuegos artificiales" en Iberdrola y asegura, en la misma línea que Nomura, que la constructora ha declarado abiertamente su intención de alcanzar el 20%, pero que dado el elevado apalancamiento que requeriría para hacerlo, este movimiento "no tendrá lugar en el corto plazo".
Por su parte, otros analistas consultados como la firma Selfbank o Atlas Capital, coinciden en destacar que ACS es una de las compañías con mayor endeudamiento al cierre del primer semestre, y que sus desinversiones le permitirán reducir su deuda. A su juicio, reducir deuda le aportará, además de poner al día su situación contable, le otorgaría una mejor posición para elevar su presencia en Iberdrola.