Ocupa portadas de revistas, es carne de cañón para los paparazzi y para colmo, ha ejercido de mano derecha de su padre -el gurú inmobiliario Donald Trump - en la sexta temporada de El Aprendiz, el programa en el que el empresario se ponía las botas con su famosa frase "estás despedido".
Pero Ivanka Trump, al contrario que su progenitor, ha preferido mantenerse en un plano más discreto y aún hoy se arrepiente de haber incluido la pasarela como parte de su currículum.
Mirada profunda, rostro contenido y sobre todo una piel de porcelana heredada de su madre, la checoslovaca Ivana Trump, esta joven que fácilmente podría haber sido una niña de papá se aleja bastante de otras compañeras de su misma promoción, como la controvertida Paris Hilton. La misma Ivanka declaraba hace poco a la revista GQ que "miro a mi hermano y a mi misma y estoy muy orgullosa de que ninguno de los dos esté hundido, ninguno es drogadicto y ninguno va buscando mujeres u hombres desesperadamente". Quizás en esto haya contribuido la severa educación impuesta por su madre, que según asegura le hizo pagar hasta sus facturas telefónicas desde muy pequeña.
Ahora, a sus casi 26 años, tiene bajo su responsabilidad más de 33 proyectos en la Trump Organization, la empresa que levantó su padre y en la cual ocupa el cargo de vicepresidenta de la división de adquisiciones inmobiliarias. Asegura que trabaja 12 horas diarias cuando así es necesario y, aunque su padre ha confesado que "no pienso retirarme", con su hija se asegura seguir conquistando el mundo.
Los comienzos en el feudo de su progenitor no fueron fáciles pero no hay reto que no pueda ser superado por esta licenciada magna cum laude en ciencias económicas por la prestigiosa Wharton Business School, de la Universidad de Pennsylvania. Durante su primera semana en la compañía no dudó en encerrarse durante tres días enteros en una sala de conferencias en Dubai hasta conseguir el visto bueno para la construcción de 17 torres en la ciudad.
Desde entonces, su visión para los negocios con prometedora rentabilidad no ha dejado de agudizarse. Uno de los últimos hallazgos de esta rubia de casi metro ochenta ha sido Cap Cana, el macro complejo turístico que se está levantando en República Dominicana y que aspira a convertirse en el lugar más exclusivo y lujoso del Caribe. "Cuando le dije a mi hija que teníamos que invertir allí me dijo que ya llevaba un tiempo negociando con los propietarios, la familia Hazoury", afirma su padre.
Con esta predisposición y buen olfato para los negocios, la tercera heredera más rica y atractiva del mundo según la revista Forbes, ha colmado de sobra las expectativas de Donald Trump : su ojito derecho, su princesa, ya se ha hecho mayor.