Empresas y finanzas

El presidente de Eulen busca socios para intentar frenar a sus hijos

  • David Álvarez trabaja a espaldas de sus herederos para reducir su presencia
El presidente de Eulen, David Álvarez. Foto: Archivo

La batalla en la familia Álvarez por el control de Eulen amenaza con recrudecerse en los próximos días. A sus 83 años, el presidente y fundador del grupo, David Álvarez, está buscando socios a espaldas de sus hijos, para intentar diluir su posición en el mismo. Tras lograr por vía judicial la convocatoria de una junta extraordinaria, el empresario leonés se ha marcado una hoja de ruta para recuperar el control.

Primero reducirá el peso de sus herederos en el consejo de administración nombrando independientes y después, según han confirmado fuentes financieras próximas al caso, dará entrada a socios institucionales para diluir su presencia en el capital.

Reparto del capital

David Álvarez tiene ahora el 51% del capital y cada uno de sus siete hijos se reparte otro 7%. Aunque cuenta con el apoyo de dos de sus vástagos -Jesús David y María José-, tiene en contra a los otros cinco: Juan Carlos, Emilio, Elvira, Pablo y Marta. El primero, que ocupa también un puesto en el consejo de BBVA (BBVA.MC), es el consejero delegado y, de acuerdo con las fuentes consultadas, el líder de la revuelta.

El problema que ha tenido el presidente hasta ahora es que tiene la mayoría en la junta, pero no controla el consejo de administración, lo que le ha obligado a acudir a los tribunales. Su intención final, una vez que se haga con el control del órgano ejecutivo es sacar la compañía a bolsa, pero no en el Mercado Continuo, sino a través del MAB. Antes de que eso ocurra, David Álvarez pretende tener ya definidos a sus nuevos socios.

Con 90.000 empleados y una facturación de 1.324 millones de euros en 2008, Eulen es un gigante de los servicios, que tiene presencia en sectores como la seguridad, la limpieza, el mantenimiento, el medioambiente, o el trabajo temporal, entre otros. Antes de que estallara la guerra familiar, el grupo podía presumir de una trayectoria brillante, a pesar incluso de la crisis. En 2008, el último ejercicio del que hay cifras disponibles, su facturación se incrementó un 12,01%.

"El año ha sido positivo para la mayoría de las divisiones de Eulen, excepto la de trabajo temporal y medio ambiente", reconoce la compañía en sus memorias anuales. La división de mantenimiento ha crecido un 20,73%, la de seguridad un 19,79% y la de servicios auxiliares un 18,42%.

Eso, hasta ahora, porque la lucha de poder sin precedentes que se ha desatado puede acabar paralizándolo todo.

Cambios en Vega Sicilia

Y problema es que la guerra familiar no sólo ha puesto en peligro la estabilidad de Eulen, sino también la de su negocio alimentario, que integra marcas tan prestigiosas como las bodegas Vega Sicilia o la empresa cárnica Valles del Esla. En Eulen, los hijos rebeldes tienen la batalla prácticamente perdida, pero en Vega Sicilia, en cambio, han conseguido destituir a su padre como presidente.

Tal y como informó ayer elEconomista, el creador del imperio destituyó a su hijo Pablo como consejero delegado de la bodega, lo que provocó que, salvo Jesús y María José, el resto de sus hermanos se uniera y destituyera al padre del cargo de presidente.

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