IBERDROLA
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El 15 de octubre de 2003, Iberdrola, la eléctrica, la misma que viste y calza la geografía con sus molinos, se puso a vender en España un servicio de acceso a Internet de banda ancha. ¿Cómo? La carretera por la que viajaban los datos no era la red de teléfonos que llega a unos 20 millones de hogares españoles, sino la de la luz.
Cada pueblo, cada casa de cada pueblo y ciudad, cada enchufe de cada casa de cada pueblo y ciudad... una puerta abierta a la Red de redes. ¿Un sueño? Aquel año, según los datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), había en España 2,1 millones de accesos a Internet de banda ancha a través de líneas telefónicas de ADSL y cable.
Hoy, casi seis años y medio después, Iberdrola (IBE.MC) constata que no puede luchar con el desarrollo de estas tecnologías, que suman ya 6,6 millones de accesos a Internet, y opta por aparcar aquel proyecto, según confirmaron a elEconomista fuentes de la compañía.
La eléctrica no desconectará ni a uno de sus 2.000 clientes de Internet por la red eléctrica. Actualmente estudia a cuántos de ellos les ofrecerá una alternativa que, según confirmó a este periódico el director de telecomunicaciones de Iberdrola, Miguel Ángel Sánchez Fornié, en ningún caso supondrá una merma de las condiciones actuales del servicio.
El futuro
La red telefónica empieza a hablar ya de velocidades de 50 megas y las ofertas de ADSL hace tiempo que bombardean en televisión con el eslogan de 'hasta 20 Megas', aunque esa capacidad no la alcance ni el 10 por ciento de las líneas.
La red eléctrica coqueteaba ahora con 2 megas y necesitaría de nuevos equipos para lograr velocidades de acceso de 7 megas. Difícil competir. Pero, ¿apaga este hecho el futuro del PLC (siglas que responden a Power Line Comunication y que nombran a la tecnología que permite convertir la red eléctrica en una carretera de datos)? Ni mucho menos. El futuro es ahora diferente pero muy prometedor, explica Sánchez Fornié. Ejemplos tiene varios. Iberdrola utiliza PLC en pruebas en Bilbao para leer los contadores de la luz de unos mil hogares a distancia.
Pero el proyecto que más ha gustado a las administraciones es lo que llaman Gestión Activa de la Demanda (GAD), aprobado por el Ministerio de Industria en el marco del Cenit y liderado por Iberdrola. La idea es utilizar el PLC para "hablar con los electrodomésticos inteligentes y poder llegar a mandar señales a la red para optimizar el uso de los recursos energéticos". ¿Han oído hablar del cambio climático? El proyecto tiene una subvención de 10 millones de euros.