La fusión de Unicaja con cajaSur tropezó con otra piedra importante, lo que complica la recta final de las negociaciones entre ambas entidades para cerrar la operación antes de finales de año y crear UnicajaSur.
Ayer, el consejo de administración de la cordobesa rechazó, por mayoría, el plan de negocio elaborado por una consultora externa que habría de aplicarse, ya que considera "inadmisibles los costes sociales que tendría", pues supondría "el despido de casi 1.000 de sus empleados", informaron fuentes conocedoras del encuentro.
La reacción no se hizo esperar en la malagueña. A través de un comunicado que el informe elaborado por The Boston Consulting Group es "el único para hacer viable la entidad resultante". Esta opinión fue una de las conclusiones llegadas por su Comité de Dirección, que recomendará a los órganos de gobierno para su aprobación definitiva.
Fuentes de CajaSur señalaron que el plan de negocio para su fusión "incumple en materia laboral el protocolo de fusión", que cerraron ambas cajas el pasado julio. De hecho, llevar a la práctica dicho proyecto, que las dos cajas debían presentar al Banco de España en el marco de su proceso de fusión, "conlleva medidas discriminatorias y traumáticas" para los empleados de CajaSur.
En concreto, según las mismas fuentes, el despido de ese millar de trabajadores de CajaSur, "se produciría sin garantías laborales, salvo para una treintena de posibles prejubilaciones", informa Ep.
Reorientar el proceso
En cualquier caso, en la caja cordobesa "se sigue trabajando para tratar de reorientar el proceso de fusión con Unicaja" y cerrar el acuerdo correspondiente "en los plazos previstos por el Banco de España", que fijó el final del presente año como plazo definitivo para que ambas entidades le presenten su acuerdo de fusión.
Los asuntos laborales han sido las principales cuestiones que han ralentizado en diversas ocasiones la operación. La caja controlada por la Iglesia -el Cabildo Catedralicio de Córdoba- ha manifestado su oposición a las intenciones de la malagueña. Tal es así, que las direcciones de ambas entidades tuvieron que aparcar a principios de este mes la mesa laboral por las diferencias.