Rodrigo Rato quiere desembarcar cuanto antes en Caja Madrid. Para ello necesita tener lo suficientemente claro los apoyos que va a recibir para su nombramiento como nuevo presidente en el cargo, en sustitución de Miguel Blesa, y conocer si en algún momento del proceso puede haber complicaciones. Así, ha mantenido conversaciones con algunos sectores con representación en la institución financiera, bien sea directamente o indirectamente.
El secretario general del PSOE madrileño, Tomás Gómez, confirmó ayer que el ex vicepresidente le llamó por teléfono para hablar sobre la entidad, mientras que Francisco Granados (secretario general del PP de Madrid y cercano a Esperanza Aguirre) y José Manuel Fernández Norniella (consejero de la caja y afín a Rato) mantuvieron un encuentro con delegados de CCOO Madrid, sector que aún tienen interpuesto un recurso por el reparto de representantes.
Por esta demanda judicial el proceso electoral aún está paralizado, después de que retiraran su denuncia tanto el Ayuntamiento de Madrid como el de Barcelona la semana pasada.
Encuentro largo
En la reunión, que duró en torno a dos horas, se plantearon varias cuestiones. El sindicato se mostró dispuesto a dialogar sobre la retirada del recurso con determinadas condiciones, según fuentes conocedoras.
En primer lugar pretende modificar el acuerdo de estabilidad sellado por la mayor parte de sectores en verano, por el que se ha establecido una distribución del poder en el nuevo consejo de administración.
Además, CCOO Madrid condiciona la retirada del recurso siempre y cuando haya un reparto proporcional de los 64 consejeros generales cedidos por la Casa Real. Este es el aspecto más complicado, porque sería necesario un cambio en la legislación autonómica.
En el encuentro así lo comunicaron Granados y Norniella, que se comprometieron a analizar la situación y de estudiar una contrapropuesta.
Fuentes cercanas a la entidad indican que si el proceso electoral se reanuda esta misma semana, Rato podría llegar a la presidencia antes de fin de año, aunque lo más probable es que no sea oficialmente nombrado hasta, al menos, mediados de enero, debido a las festividades de Navidad.
La mayor parte del proceso está prácticamente terminado. Sólo queda que diversas entidades sociales, económicas y culturales confirmen su lista de candidatos para la Asamblea General. Y en el plazo de un mes y una semana, aproximadamente, tendrían que formalizarse sus nombramientos, la elección de los consejeros de administración y la votación del nuevo presidente, además de las respectivas autorizaciones.
El objetivo de las negociaciones es devolver la estabilidad a la caja cuanto antes.
