La crisis ha llegado a la ilusión. Aunque el ejercicio todavía no ha terminado, las cuentas de la Once -Organización Nacional de Ciegos Españoles- se enfrenta a uno de sus peores resultados. Las previsiones no son nada halagüeñas, y en lo que va de año las ventas han caído por encima del 6%, lo que hace temer la llegada de los números rojos a la cuenta de resultados.
Lejos de recuperarse -los presupuestos de la Once para 2009 preveían un incremento del 2,5%- las ventas han seguido la moda impuesta en 2008, cuando descendieron un 3%. Tampoco se esperan grandes resultados en las cuentas del resto de las sociedades del grupo. Ceosa "va regular y se espera un beneficio muy pequeño", explicaron desde la Once a elEconomista y la Fundación "no terminará mucho mejor, aunque no esperamos números rojos".
Ante este panorama, la Once ha introducido cambios en la organización. El nuevo convenio laboral, publicado el pasado 14 de octubre, abre la puerta a un futuro reajuste de plantilla. Así, si los trabajadores no facturan más de 1.045 euros a la semana vendiendo cupones ?la media está en 2.448 euros-, podrían ser despedidos. Y lo mismo pasa con los tradicionales kioscos. Si una de estas administraciones no genera un mínimo de 2.390 euros a la semana también podría ser clausurado o reubicado. Según aseguraron desde la Once a este diario, el despido se llegaría a dar en el peor de los casos, "no suponen despidos inmediatos pero si podría ser", aseguraron.
"Antes de dejar a alguien en la calle tenemos que analizar la situación de trabajador, darle trucos de venta, cambiarle de zona, o incluso de puesto. Lo importante para nosotros es seguir manteniendo el compromiso de crear y mantener empleo", aseguraron. En este sentido, y a pesar de los malos resultados, en lo que va de año han creado 2.500 puestos de trabajo.
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La Once advierte sobre el 2009
