Las declaraciones de Alfredo Saenz, consejero delegado de Santander, dejando entrever que el banco podría dar un dividendo extraordinario, han hecho saltar las alarmas y las especulaciones sobre la entidad, que llegó a subir el 1,8% en bolsa a comienzos de la sesión arrastrando consigo al Ibex 35. Sin embargo, esta posible maniobra no tiene mucho sentido.
La entidad envió un hecho relevante en el que mantiene que el pay out o porcentaje del beneficio que destina a dividendo estará en torno al 50%, lo que deja entrever que es inviable un pago adicional.
De hecho, si quisiese aumentar su retribución tendría que mejorar su resultado neto de 2009 notablemente, porque con las ampliaciones de capital se ha diluido el beneficio por acción.
Con los resultados de 2008 el banco pagó a sus inversores 0,65 euros por título y para este ejercicio se prevén 0,55 euros por acción, en línea con el pago estimado para 2010, que podría rondar los 0,56 euros.
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