
Segundo banco británico a la caza de dinero fresco. El banco británico está manteniendo conversaciones con los accionistas para sondear la posibilidad de acometer una ampliación de capital con la que espera obtener entre 3.000 y 4.000 millones de libras, de acuerdo con el Financial Times. Con esta medida, el RBS pretende minimizar el control estatal.
"El RBS está evaluando el apetito del inversor sobre una pequeña y modesta emisión de activos", indicó al FT una persona familiarizada con los planes.
Según recoge Bloomberg, que cita a fuentes conocedoras de la operación, la ampliación se llevaría a cabo mediante una emisión de derechos. Las negociaciones se encuentran todavía en una fase inicial.
Esta medida respondería a la intención del consejero delegado de la entidad, Stephen Hester, de limitar la presencia del Estado británico en Royal Bank of Scotland (RBS) (RBS.LO). En la actualidad, el banco está nacionalizado en un 70%, aunque la participación del gobierno de Gordon Brown podría superar el 80% en el marco del programa de protección de activos puesto en marcha en febrero de este año.
Pero RBS no es la primera entidad británica en dar un paso para intentar zafarse del creciente control estatal. La semana pasada, Lloyds anunció que estaba estudiando todas las alternativas posibles para reducir su dependencia del plan de ayuda a la banca.
Los bancos que reciben la ayuda del Tesoro británico deben informar de cuánto esperan perder por los activos tóxicos y el Tesoro puede asegurar hasta un 90% de las pérdidas adicionales previstas. Además, las autoridades británicas están preparando una normativa con la que endurecerán los límites del sector financiero, con el objetivo de recortar las primas por la asunción de riesgos y vincular las recompensas a objetivos a largo plazo, entre otros.