El Gobierno aplicará el aumento de la tarifa en dos tramos de un 6% y un 4%
madrid. Si es usted de los que se dejan las luces encendidas cuando se va de una habitación de su casa a otra, es posible que a partir del próximo año vigile más de cerca el consumo de su hogar, ya que la factura de la luz subirá una media de un 10 por ciento.
Está previsto que el último Consejo de Ministros del año apruebe un Real Decreto en el que se fija este incremento, que supone la mayor subida de la tarifa eléctrica en los últimos 20 años.
Las principales razones que mueven al Gobierno son en primer lugar buscar una solución al problema del déficit tarifario y, ya de paso, concienciar a los consumidores de energía para que hagan un uso más racional de ésta.
Este importante aumento en la tarifa eléctrica se hará de una forma progresiva y controlada, por lo que el Real Decreto prevé aplicar dos tramos: el primero será un incremento del 6 por ciento desde el mismo mes de enero, en tanto que el 4 por ciento restante se aplicará en el mes de julio, según declararon fuentes conocedoras del texto legal a Ep.
Si usted es un particular, como la mayoría de los 25 millones de clientes que pagan la tarifa 2.0 (aquellos que tienen una potencia contratada de entre 775 vatios y 15 Kilovatios), la subida media será del 6 por ciento en todo el año, y también la notará en dos fases. No obstante no baje la guardia, ya que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio tiene la intención de estudiar este rango, que es muy amplio, y diferenciar a los que más consumen de los que menos en función de la potencia contratada.
En lo que se refiere a los clientes que tienen una potencia contratada inferior a los 775 vatios (unos 135.000 consumidores), Industria entiende que son de los que menos recursos disponen, por lo que su factura subirá lo que lo haga el precio de la vida (que es lo que mide el IPC, cuya previsión para este año está en una horquilla de entre un 2,5 y un 2,8 por ciento). A este respecto el secretario de Energía, Ignasi Nieto, reconocía que no es un criterio muy objetivo.
Los que más pagan
La filosofía de este incremento lo resume la frase "Quien más consume es quien más paga". Imagínese una fábrica textil, o una de automóviles. Son clientes con una gran demanda de electricidad, tanto que el 65 por ciento del consumo de energía de todo el país es de las grandes empresas industriales. Por eso son los que, al menos en teoría, pagan la energía más cara.
De momento su factura está condicionada a una tarifa especial que está subvencionada por el Gobierno. A partir del año que viene estos consumidores tendrán que hacer frente a una factura un 15 por ciento más cara.
Este incremento, que afectará sin duda a sus cuentas de resultados del próximo ejercicio, se queda, sin embargo, muy por debajo de las pretensiones de las compañías eléctricas y del propio Gobierno, que consideran que para cubrir los costes de la energía y eliminar el déficit tarifario actual, el incremento tendría que llegar al 30 por ciento. Sin embargo esa medida podría afectar muy negativamente a muchas economías domésticas, por lo que se ha decididofinalmente desechar esta posibilidad.
La idea del Ejecutivo es que en un futuro las tarifas de la luz se vayan acercando progresivamente a los costes reales de la energía. La diferencia que hay entre lo pagado y el coste será sufragado con la puesta en marcha de un sistema que permitirá determinar un déficit ex ante. Éste se podrá recuperar en un periodo de tiempo más corto. El actual sistema gestiona la recuperación del déficit que se produjo el año pasado, 3.800 millones de euros, y tardará unos 14 años.
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, asegura que el conjunto de modificaciones que se introducirán en el sector eléctrico corregirán el actual déficit tarifario en que incurren las eléctricas en tres o cuatro años.
Este año el precio de la luz subió un 4,48 por ciento en enero y otro 1,38 por ciento en julio, lo que ha puesto en alerta a las asociaciones de consumidores, quienes creen que la subida de la luz por encima del IPC "ahoga" a las familias.