
Si existe algún juguete que la mayoría de los niños españoles han pedido en sus sueños a Papa Noël o a los Reyes Magos ese es el Scalextric. Un juego que emula las carreras de los coches fórmula-1, pero en pequeño tamaño.
En muchos casos, la ilusión de los padres por cumplir con ese deseo costaba gran parte del sueldo de una familia de clase media española. Era la excusa perfecta para que los niños fueran a la casa del vecino o del amiguito del colegio para jugar con el Scalextric ajeno... Todo un símbolo de reunión social que ha sabido mantenerse con el paso de los años, a pesar de la irrupción masiva del juguete electrónico.
Pasión por el Scalextric
"Soy un apasionado del Scalextric desde hace años. Juego con mis hijos, he ido a campeonatos y soy un coleccionista de muchos modelos. ¡De hecho, guardo muchos coches sin quitarles ni el envoltorio de plástico!". Quien así se expresa como si volviera a la infancia con sus 53 años es Sergio Pastor, director general de Tecnitoys, la empresa que fabrica en China el famoso juego que se vende en España, parte de Europa y en Estados Unidos.
Pastor recibe a elEconomista en una sala repleta de coches de Scalextric, circuitos y todos los modelos que pone en el mercado la emblemática marca. "La verdad es que soy como un niño", dice Pastor, mientras coge un mando y, sobre un circuito última generación -con semáforos, parrilla de salida y boxes para repostar combustible- grita como un niño animando a su bólido de plástico y motor eléctrico...
Un juguete que no sólo ha apasionado a los pequeños sino que ha encandilado a los grandes, que se han aficionado a jugar en campeonatos nacionales de la misma forma que apretaron por vez primera el botón de aquel mando que transmitía energía elécrica para impulsar el coche en los raíles del circuito. Desde el pasado mes de octubre, Pastor ha tomado las riendas de una empresa que quiere crecer fuera de España para buscar la rentabilidad en mercados maduros.
Desembarco en EEUU
Por ello, ha decidido desembarcar en Estados Unidos, con el objetivo de que en tres años las exportaciones representen el 50 por ciento de la facturación del grupo, frente al 23 por ciento actual.
"El mercado más importante del mundo para nosotros es Estados Unidos, no quiero pecar de ingenuo cuando digo que necesitamos vender en países con economías desarrolladas y que tengan capacidad de compra. Si hemos querido entrar allí es porque queremos ser líderes en el sector de los circuitos", asegura.
Secretos para ser grande
Lo complicado será consolidarse en un país donde ya hace muchos años que juegan a los circuitos con coches más grandes. ¿Cuál va a ser la estrategia de Scalextric frente a competidores que les pisan los talones como Ninco? Conseguir las licencias de los mejores pilotos americanos para atrer al público. "Scalextric debe ser el número uno en el mercado norteamericano y, para ello, hemos conseguido la licencia del circuito Nafca para utilizar en nuestros vehículos la imagen de los principales pilotos de ese circuito", comenta Pastor.
Las licencias de las marcas que aparecen en los coches son el "gancho" para atraer a los aficinados y los potenciales compradores de Scalextric. Y Pastor lo tiene claro: "El resto de juguetes pasan de moda y el Scalextric, no. Las licencias son muy importantes para el mundo del juguete. Y nosotros tenemos las mejores: Ferrari y la de Alonso con MacLaren. Disponer de unas licencias para poder utilizar los coches de marcas importantes sólo se puede conseguir si tienes una compañía importante y reconocida, y Scalextric lo es. Tenemos todos los iconos importantes que queremos tener. El año que viene tendremos el icono de Fernando Alonso con MacLaren".
¿Y cuánto cuesta una licencia? El secreto profesional enrojece a Pastor pero da un dato significativo para conocer la inversión aproximada en la compra de una licencia: "gastar más de un millón de euros en licencias no es algo extraordinario, por eso el tamaño para una empresa de juguetes sí es importante".
La empresa comercializará sus pistas en Estados Unidos con la marca SCX, que ha especializado para los mercados de exportación donde la patente Scalextric está en manos de otra empresa. La compañía ha preparado dos novedades para la próxima campaña de Navidad, consistentes en las pistas que simulan un circuito en tierra (off road) y la modalidad de decoración de carrocerías (tunning). Además, ha ampliado su catálogo de productos con un tipo de pistas y coches específicos para los niños de dos a cuatro años, que funcionan con baterías y se montan como un puzzle.
La idea es ampliar el público al que se dirige Scalextric para mantenerlo con el paso de los años y que sigan comprando otros modelos de coches y de circuitos más completos. "Es lo que hemos querido hacer con el My First Scalextric, dirigido a los más pequeños y que vendemos ya en las tiendas Imaginarium. La idea es que la familia se una en torno a él, que el niño juegue con los mayores. Ese es nuestro valor, y hace que nuestra imagen de marca sea muy fuerte".
Atraer a las mujeres
Sin embargo, la nueva gestión que va a impregnar Pastor no pasa sólo por entrar a vender en otros países. También piensa en el público femenino, que tradicionalmente se ha mantenido al margen de los juegos de coches. "Tenemos un problema para que las chicas se animen a jugar con el Scalextric. El 70 por ciento de nuestros jugadores son hombres y sólo el 30 por ciento son mujeres. Queremos igualar este porcentaje para aproximar Scalextric al mundo femenino. ¿Cómo conseguirlo? Introduciendo más elementos relacionados con la seguridad, porque eso es lo que más cuidan las mujeres que conducen. Por eso nos planteamos colocar semáforos en los circuitos o múltiples vallas de protección. La mujer está más preocupada por el concepto de seguridad y el hombre tiene mayor inquietud por la velocidad y la resistencia de los coches. Y es que las mujeres son más sensatas que los hombres al volante", apunta.
Otro de los retos de este apasionado del Scalextric es desestacionalizar la venta de este juguete, para que se haga atractivo todo el año y no sólo en Navidad y Reyes, sus momentos estelares.
Este año, cada niño español provocará un gasto familiar medio de 180 euros en juguetes, según la previsión realizada por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Y eso obliga a los fabricantes a modificar sus productos. Pastor es consciente de que la demanda infantil se mueve muy rápido, pero confía en que Scalextric dé una respuesta más rápida a esa nueva demanda. "Queremos hacer un juego que acerque generaciones, así como transmitir educación. Nosotros no fomentamos la violencia y la velocidad que se concentran en un circuito. La competitividad de Scalextric es natural. Y todo se consigue con una imagen de marca comparable a la de Coca-Cola o Hewlett Packard", espeta.
Pastor se blinda ante la competencia a la hora de explicar en qué están investigando para lanzar nuevos productos. Tras varias vueltas en el circuito junto a este periodista, desvela: "Estamos estudiando introducir en 2007 motos para que corran en los circuitos de Scalextric. Lo que todavía falta por conseguir es que éstas no se caigan en las curvas..." Fin de la carrera.