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Miles de personas dicen "no con mi voto" al puerto de Granadilla

Santa Cruz de Tenerife, 18 nov (EFECOM).- Varios miles de personas (entre 50.000 y 60.000 según los organizadores, 10.000 según la Policía Local y 3.000 según la Policía Nacional) se manifestaron hoy por las calles de Santa Cruz de Tenerife contra el proyecto de construcción del puerto industrial de Granadilla, en el sur de la isla.

La manifestación, convocada por tercer año consecutivo, se celebró poco después de que la Comisión Europea haya dado su visto bueno al proyecto, al considerar que, aunque tendrá efectos perjudiciales en el medio ambiente, existen "razones imperiosas de interés público de primer orden" que lo justifican.

Los grupos ecologistas y organizaciones ciudadanas convocantes de la protesta exigieron la celebración de un referéndum sobre la construcción del puerto, a la vez que denunciaron el modelo de desarrollo basado en el cemento y la especulación del suelo que atribuyeron a las instituciones y principales partidos, que unánimemente respaldan el proyecto.

La manifestación se convirtió en una denuncia de la corrupción urbanística y contra la política "corrompida" de Coalición Canaria, Partido Socialista Canario y Partido Popular, que promueven un "crecimiento acelerado y sin control" en beneficio de las mafias y en perjuicio del medio ambiente y de los sectores más necesitados.

"Este Parlamento vive del cemento", la lucha está en la calle y no en el Parlamento" y "No con mi voto" fueron algunas de las consignas más coreadas en esta marcha, que unió a grupos ecologistas como Ben Magec-Ecologistas en Acción y Greenpeace con organizaciones ciudadanas como Asamblea por Tenerife, partidos políticos como Los Verdes e Izquierda Unida Canaria y sindicatos como Intersindical Canaria.

El proyectado puerto de Granadilla costará 240 millones de euros y tendrá perjuicios medioambientales, según ha reconocido la Comisión Europea, por lo que ha condicionado lo que considera su necesaria construcción a la aplicación de medidas ambientales compensatorias.

Según el dictamen de la Comisión, hecho público el 6 de noviembre, pese a las afecciones medioambientales que tendrá sobre los sebadales del sur de la isla y las dunas de Montaña Roja, el puerto se justifica por "razones imperiosas de interés público de primer orden" y por la falta de alternativas.

El proyecto final incluye un rompeolas de 2,5 kilómetros de longitud y de hasta 55 metros de profundidad, así como el relleno total de 786.000 metros cuadrados con la utilización de doce millones de metros cúbicos de material de cantera.

La Comisión reconoció en su dictamen que el puerto afectará a los lugares de importancia comunitaria, a las tortugas "Caretta caretta" y a una planta endémica de Canarias, la "Atractylis preauxiana".

Una de las principales afecciones del puerto será la interrupción del flujo natural de arrastre de arena desde la parte norte a la sur, donde está la Montaña Roja, un volumen calculado en 50.000 metros cúbicos al año.

Las autoridades españolas han propuesto recoger la arena depositada en la parte septentrional y, mediante un sistema de bombeo y canalización accionado por energía eólica, trasvasarla al sur.

Este sistema de trasvase "constituye una parte esencial del proyecto portuario" para la Comisión Europea, según advierte la resolución comunitaria. EFECOM

acp/cbg

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