
El dictador de Guinea Ecuatorial desde hace 27 años, Teodoro Obiang, ha estado en España de visita oficial, la primera en 15 años.
¿Qué ha cambiado para que uno de los últimos tiranos de África vuelva a ser recibido por nuestro Gobierno y el Rey Juan Carlos con todos los honores, pese a las furibundas críticas de todos los grupos parlamentarios, excepto de los dos grandes: PP y PSOE?
Las ingentes reservas de petróleo halladas en el subsuelo ecuatoguineano. En ellas ha puesto sus ojos Repsol YPF -una de las 40 empresas españolas que cortejaron a Obiang ayer en la sede de la CEOE-, pero le llevan la delantera petroleras estadounidenses, británicas y francesas, que explotan los yacimientos ecuatoguineanos desde hace más de un decenio.
Guinea Ecuatorial se independizó de España el 12 de octubre de 1968 de la mano del sanguinario dictador Francisco Macías. En 1979, Macías era derrocado por su sobrino y mano derecha, Teodoro Obiang, a través del llamado "golpe de la libertad". Pero Obiang, al que no le tembló el pulso a la hora de ordenar la ejecución de su tío por los delitos de genocidio, alta traición y corrupción, ha continuado el terrorífico y corrupto régimen implantado por Macías.
No obstante, desde la muerte de Franco, en 1975, la relación diplomática entre España y su antigua colonia ha estado plagada de desencuentros, por la negativa de Obiang a emprender una verdadera democratización del país y a acabar con la intolerable situación de los derechos humanos. Pese a ello, Madrid nunca cortó la ayuda al desarrollo al país africano. El último grave incidente entre Madrid y Malabo se produjo en 1993, cuando fue expulsado el cónsul español en Guinea Ecuatorial. En respuesta, el Gobierno español redujo la ayuda.
Pero, desde mediados de los años 90, cuando se comenzaron a explotar los primeros yacimientos petrolíferos en Guinea Ecuatorial, España y el resto de grandes potencias, con Estados Unidos, Reino Unido y Francia a la cabeza, miran con ojos más benevolentes al régimen de Teodoro Obiang.
De hecho, el presidente Aznar se reunió con el tirano ecuatoguineano varias veces, aunque nunca de manera oficial, incluida una en Valladolid en 2002, con motivo del II Congreso de la Lengua Española.
Guinea Ecuatorial es ya el tercer productor de crudo del África subsahariana, tras Nigeria y Angola. Gracias al oro negro la economía de la ex colonia española es la que más crece del planeta. Ello no ha servido para sacar de la pobreza al 80 por ciento de su población, sino para enriquecer y apuntalar en el poder a Obiang y su clan familiar de Mongomo, su lugar natal. Obiang es el único africano incluido en la lista de los diez mandatarios más ricos del mundo, elaborada por la revista Forbes. Ocupa el octavo lugar, con una fortuna de 700 millones de euros.
¿Y a su muerte, qué pasará? En 1999 enfermó de cáncer de próstata, fue tratado en Estados Unidos y su factura médica fue pagada por la petrolera Mobil. Entonces comenzó a despuntar como delfín su primogénito, Teodorín, de 33 años, una apasionado del lujo y el desenfreno, capaz de gastarse un millón de euros en un sólo fin de semana en coches y champán.