Empresas y finanzas

Acciona echa el freno y eleva sus pretensiones para salir de Endesa

Al igual que en los divorcios más famosos, Enel y Acciona harán ruido hasta el final. Las diferencias han sido sonadas durante más de 22 meses y el fin no va a ser nada pacificador, sobre todo después de que la constructora haya elevado sus pretensiones para salir de Endesa. Para empezar, quiere más dinero, ya sea en efectivo o en activos y para ello plantea una alternativa: quiere las plantas con más calidad y que se valoren al precio actual de mercado y no al que cotizaban antes de la crisis bursátil.

De esta manera, el grupo español puede conseguir más activos por el mismo precio acordado de 3.000 millones de euros, al que habría que sumar cerca de 8.000 millones en efectivo. Aunque el ojo derecho de Acciona son las renovables, de cara a integrar nuevos activos de energías limpias a su sociedad y mantener así su liderazgo mundial en energía eólica.

Si Enel se queda con la casa, Acciona (ANA.MC) quiere salir por la puerta grande. Fuentes de la constructora destacan el esfuerzo realizado por la compañía en la eléctrica, en aras de conformar un proyecto concreto. Incluso José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, se trasladó a la sede de Endesa para coger las riendas de la compañía. Pero Enel (ENEL.IT) quería una política de expansión prudente ante el escenario actual, más aún si se tiene en cuenta que cualquier financiación de proyectos iría directamente a su deuda, en tanto que es dueño de un 67% de Endesa.

Menos mal que el casamiento se planteó con separación de bienes, porque ahora el grupo italiano quiere romper el pacto un año antes de lo previsto. Sin embargo, ahora tiene que llegar a un acuerdo con los bancos, sobre la valoración de las renovables y cerrar innumerables puntos con Acciona. La ruptura inminente es difícil de acordar y todavía habrá que esperar a final de mes.

La constructora se plantea la situación como parte pasiva y defiende haber entrado en la eléctrica con un proyecto a tres años y con una estructura financiera que pudiera resistirlo. Presume de su solidez económica e insiste en que no tiene prisa por vender y, de hecho, no lo hará a cualquier precio.

Enel analizó ayer en su Consejo de Administración cómo se le ha complicado la situación. A pesar de todo, aprobó unos buenos resultados gracias a la consolidación en sus cuentas de la eléctrica. En concreto, su beneficio bruto de explotación (EBITDA) fue de 14.200 millones de euros durante 2008, un 45% más que en el ejercicio anterior, y los ingresos alcanzaron los 61.000 millones, con un incremento de un 40%.

Además, la deuda financiera se redujo en cerca de 5.800 millones de euros, hasta 50.000 millones, después de que el grupo cerrara durante el ejercicio la venta de Viesgo y de activos de Endesa (ELE.MC) a E.ON. "Los excelentes resultados de 2008 confirman lo adecuado de nuestra estrategia", afirmó el consejero delegado de la compañía, Fulvio Conti, quien adelantó que el dividendo se mantendrá en 49 céntimos por acción.

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