Agua y medioambiente

Los retos de la movilidad sostenible

  • 2017, el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo

La Asamblea General de Naciones Unidas ha designado 2017 Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Con ello, se pone el foco en construir un sector compatible con el crecimiento económico y la preservación del planeta. La sostenibilidad del sector turístico es uno de los retos claves para asegurar el mantenimiento de los recursos y el desarrollo de los países.

La ONU reconoce así los desafíos que el turismo plantea en cuanto a cambio climático, migración y seguridad. Y es que en 2016, 1.235 millones de viajeros cruzaron las fronteras internacionales en un año -casi una sexta parte de la población mundial-. Esta movilidad aporta enormes beneficios a las comunidades, las economías y las sociedades.

El turismo crea una décima parte de los empleos a nivel mundial, representa el 10% del producto interno bruto (PIB) global y el 30% del comercio mundial de servicios. Como tercera mayor industria de exportación, los viajes y el turismo alimentan las previsiones a largo plazo de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que muestran que en 2030 el número de viajeros llegará a 1.800 millones.

Así, la OMT pretende fortalecer el crecimiento económico inclusivo y sostenible; la inclusión social; el crecimiento y fortalecimiento del empleo y la reducción de la pobreza; el uso eficiente de los recursos; la protección ambiental y la lucha contra el cambio climático; los valores culturales, la diversidad y el patrimonio, y la colaboración y el entendimiento mutuo, la paz y la seguridad.

Muchos jugadores en la industria de viajes están intensificando sus acciones en pro de este tipo de turismo. Recientemente, Airbnb colaboró con Turismo de Maharashtra, en la India, para concienciar acerca del turismo sostenible. Airbnb apoyó una campaña de limpieza ofreciendo recursos e información a los participantes en forma de consejos de sostenibilidad.

España, un país en el que el turismo supone el 16% del PIB, no se libra de los retos. Una de las primeras tareas es informar a la sociedad de que existe un tipo de turismo más responsable. Además, el precio es más elevado que la oferta tradicional de sol y playa. Por ello, las comunidades autónomas están otorgando subvenciones a empresas turísticas para mejorar su sostenibilidad. Asimismo, es importante reconsiderar la investigación para que se reflexione sobre los límites del crecimiento en este sector y capacitar a los estudiantes de Turismo, de modo que tengan una conciencia mayor sobre la gestión turística inclusiva y medioambiental.

Nuestro país también cuenta con certificaciones de Turismo Responsable, bajo el paraguas del Instituto de Turismo Responsable. Esta organización independiente desarrolló el Sistema de Turismo Responsable (STR), reconocido bajo la marca Biosphere Responsible Tourism, basada en estándares aprobados en Conferencias Internacionales patrocinadas por la Unesco, la OMT y con el apoyo de la Secretaría de Estado de Turismo de España.

Un turismo sostenible integra las comunidades locales a las actividades turísticas; genera empleo local (tanto directo como indirecto); aporta divisas al Estado e inyecta capitales a la economía local; diversifica la economía; promueve la restauración, la conservación y el uso de los yacimientos arqueológicos, así como los monumentos y cualquier obra física de interés colectivo y nacional; oferta, valora, preserva y genera beneficios económicos a partir de los recursos de flora y fauna; y, en beneficio de las comunidades locales, vigila, evalúa y gestiona los impactos que genera, desarrollando así modelos de perpetuidad de su propio desarrollo, entre otros.

A pesar de que otros países europeos han desarrollado más este modelo turístico, España es uno de los mercados con una mayor oferta de turismo verde y rural. Son ejemplos el Parque Nacional das Illas Atlánticas (Galicia), uno de los 100 destinos sostenibles gracias a sus esfuerzos para mantener el equilibrio entre la protección de la naturaleza y la satisfacción de los visitantes a través de prácticas de turismo sostenible; o las Terres de l'Ebre, que en junio de 2010 fueron declaradas reserva de la biosfera por la Unesco gracias a su riqueza paisajística, la representatividad de sus ecosistemas mediterráneos y su modelo de conservación de la biodiversidad. Además de la protección de la naturaleza y conservación, también fomenta la reducción del uso de combustibles fósiles, así como de emisiones de CO2. También destaca la Noja, que ofrece avistamientos de aves con rutas guiadas y señalizadas. Su gran atracción es la zona de los humedales, de gran valor ecológico.

Viajar sin dejar huella

No sólo es necesario fijarse en el turismo. La movilidad de todos necesita ser repensada hoy, si se quiere dejar un legado razonable a los que viajarán en el futuro.

La descarbonización y la calidad del aire son algunos de los retos de una movilidad sostenible. Según la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE, la descarbonización del transporte es clave para lograr los objetivos climáticos.

La contaminación atmosférica en las ciudades se ha convertido en los últimos años en un problema acuciante, especialmente en grandes urbes en países en desarrollo y también en ciudades europeas importantes, que presentan niveles que exceden los límites tolerables de toxicidad del aire como consecuencia del tráfico y de la alta cuota de vehículos diésel. En España se añade el envejecimiento del parque automovilístico. Los expertos de esta cátedra indican que las mejoras tecnológicas, o los nuevos modelos de transporte (como los vehículos autónomos, por ejemplo) podrían incluso hacer aumentar la movilidad. Por ello, es imprescindible incorporar también la gestión de la demanda de movilidad, con soluciones regulatorias o urbanísticas.

En el ámbito tecnológico, la electrificación del transporte se identifica claramente como la solución a largo plazo, al menos para el transporte por carretera, donde los motores de combustión bajos en emisiones, los de gas natural o los propulsados por biocombustible desempeñan un papel importante.

El transporte de mercancías presenta desafíos adicionales. España cuenta con cuotas muy reducidas de transporte por ferrocarril o por barco; por ello, sería deseable aumentarlo al ser opciones más limpias y eficientes que su alternativa por carretera. El transporte marítimo es comparativamente más limpio en términos de emisiones de CO2 y partículas, pero no tanto respecto a NOx y sobre todo a SO2. Por otro lado, es el medio de transporte preferido en muchos países en desarrollo por sus bajos costes.

Por último, cabe mencionar que las ciudades tienen una importante responsabilidad en términos de diseño urbanístico y de gestión de la calidad del aire.

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