Agua y medioambiente

Los países piden más esfuerzos frente al cambio climático

La solidaridad fue el lema de la última Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP23). El principal motivo es la constatación de que, sin el acuerdo y el apoyo de todos los países del mundo, enfrentar los desafíos que plantea la protección de nuestro clima y nuestro medio ambiente no será posible.

La Conferencia de las Partes tuvo lugar del 6 al 17 de noviembre de 2017 en el World Conference Centre Bonn, situado en la misma ciudad alemana a orillas del Rin. En el evento se han dado cita unos 25.000 participantes, en su mayoría delegados de los de 170 países que han ratificado ya el Acuerdo de París -adoptado en diciembre de 2015-, así como activistas de unas 500 ONG y más de 1.000 periodistas.

Emisiones de C02

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha alertado de que el Acuerdo de París contra el cambio climático "está en peligro" porque las emisiones de CO2 han seguido aumentando desde que entró en vigor, hace un año. Las emisiones mundiales de CO2 terminarán 2017 con un aumento del 2% después de mantenerse estables durante los últimos tres años y según las primeras estimaciones seguirán creciendo también en 2018, de acuerdo con los datos presentados este lunes en la revista Environmental Research Letters, que estima que el año terminará con 41 gigatoneladas de emisiones de CO2, de las que 37 gigatoneladas proceden del uso de combustibles fósiles.

El informe apunta que este aumento se debe sobre todo a China, que prevé emitir un 3,5% más de dióxido de carbono que el año anterior, hasta 10,5 gigatoneladas, por un mayor uso del carbón.

Cabe destacar que España desciende al 38º puesto en la lista de los 56 países que aglutinan más del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta, según un informe coordinado por la ONG Germanwatch, el New Climate Institute y la coalición europea Red de Acción Climática (CAN, por sus siglas en inglés). De todas las cuestiones analizadas, España saca las peores notas en políticas climáticas (medidas concretadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero), ya que ocupa el puesto número 41.

Asimismo, los 134 países que conforman el grupo de los 77 y China han manifestado su descontento por la lentitud en las negociaciones de la COP23 y, en particular, por la "falta de avances" en la financiación de medidas contra el cambio climático por parte de los países ricos. Para el grupo los 100.000 millones de dólares anuales que los países industrializados se comprometieron a movilizar entre fondos públicos y privados cada año de 2020 a 2025 tiene una "base insuficiente e incierta" para financiar la infraestructura de energía limpia y adaptarse a los efectos del calentamiento global. Por su parte, el conocido como Grupo de integridad ambiental destacó la necesidad de asegurar recursos financieros para mejorar las metas ambientales.

Por otro lado, el bienestar humano se verá seriamente comprometido por las tendencias negativas en algunos tipos de daños ambientales, como un clima cambiante, la deforestación, la pérdida de acceso al agua dulce, la extinción de especies y el crecimiento de la población, según advierten más de 15.000 científicos de 184 países en un artículo titulado "Advertencia de científicos del mundo a la humanidad: segundo aviso", publicado en la revista internacional BioScience. El texto fue escrito por un equipo internacional dirigido por William Ripple, profesor en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Estatal de Oregón, en EEUU. Los expertos usaron datos respaldados por agencias gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro e investigadores individuales para advertir de un "daño sustancial e irreversible" a la tierra.

El 55,8% de los españoles afirman que el cambio climático es su principal preocupación medioambiental, seguida de la contaminación de mares y ríos (51,9%) y la contaminación ambiental (51,7%), según una encuesta de Greenpeace, elaborada por el instituto Ipsos, que se ha publicada durante esta cumbre.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha encargado un estudio que se presentará en los próximos meses para evaluar el potencial de aplicación de la iniciativa "4 por mil" -que busca aumentar la capacidad de absorción de los suelos agrícolas en un 0,4%- a la que España se sumó en la Cumbre del Clima de París, así como para analizar las distintas fuentes de materia orgánica de los suelos españoles y estimar su capacidad de reducción de emisiones de CO2.

Una cumbre muy técnica

Tres proyectos españoles han sido elegidos, entre los quince ganadores del programa 2017-2018 Innovación Social para Combatir la Pobreza Energética, según han informado los impulsores de la iniciativa, la organización sin ánimo de lucro Ashoka, la Fundación Schneider Electric y la española Endesa. El objetivo del programa, que ha recibido candidaturas de más de 40 innovadores sociales, es seleccionar a las 15 organizaciones "más innovadoras" que dan soluciones creativas y con un alto potencial de impacto para abordar la pobreza energética y promover la sostenibilidad de la energía en Europa.

También se ha cerrado el diseño y las modalidades del denominado Diálogo de Talanoa de 2018, que la UE considera clave para lograr un puesta en común de todos los países sobre los esfuerzos colectivos en materia de mitigación del cambio climático y evitar que el aumento de la temperatura del planeta supere los 2 ºC respecto de la era preindustrial, antes de que en 2023 se revisen los planes climáticos de los países.

Alemania ha demostrado su compromiso con los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible. El hogar que Alemania ha puesto a disposición de las Naciones Unidas cuenta con instalaciones de primera clase, como son el campus de la ONU y el Centro Mundial de Conferencias. Bonn, que ya era ciudad sede de Naciones Unidas, se ha convertido en un centro para la sostenibilidad.

El encuentro ha sido lo más sostenible posible. Se quiere compensar todas las emisiones de gases contaminantes ligadas a la cita, y ha habido bicicletas para desplazarse dentro de las instalaciones, botellas reciclables para los participantes y comidas principalmente vegetarianas y de producción ecológica. También ha habido tiempo para las manifestaciones durante la cumbre, que, al decir de sus promotores, no van contra la conferencia, sino que pretenden "llamar la atención" sobre las consecuencias del empleo del carbón.

La ministra alemana de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, indicó recientemente que "estamos en una situación especial porque ésta ha sido la primera cumbre del clima tras el anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, de que EEUU abandonará el Acuerdo de París". La cumbre ha servido para mandar una clara señal de política de unidad". Hendricks reconoció que tras la declaración de Trump hubo "miedo" en ciertos sectores ante un posible "efecto dominó", pero ahora se da por supuesto que ningún otro país va a salirse del Acuerdo de París.

El agua está en riesgo

El suministro de agua está en riesgo en el 63% de las ciudades del mundo por el cambio climático, lo que tiene un impacto negativo a su vez en la erradicación del hambre y en la mejora de la salud a nivel mundial. Según el Consejo Mundial del Agua (WWC), para erradicar el hambre en el mundo en el 2030 serán necesarios 226.000 millones de euros al año.

El hambre ha aumentado por primera vez en el mundo en décadas y en ese contexto el agua jugará un papel cada vez más importante en el futuro del desarrollo y la geopolítica. Hay un compromiso (a nivel mundial) de aportar hasta 2030 entre 97.000 y 254.000 millones de euros, más otros 17,4 millones para la erradicación del hambre: la financiación sigue siendo un elemento crucial en la agenda de los líderes políticos.

La construcción de ciudades sostenibles resilentes al cambio climático, así como la reducción del hambre son pasos cruciales en el camino trazado desde la cumbre de París (COP21) y en la de Marruecos (COP22), donde se comprometieron 100 millones de dólares anuales de aquí a 2020 para lidiar los efectos de cambio climático y reducir las emisiones.

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