El proyecto se desplegará en los próximos 100 días y pretende ahorrar 120 millones anuales La entidad prevé que el alza de los tipos se produzca durante la primera parte de 2019
CaixaBank ha puesto en marcha el plan especial para potenciar el ahorro de costes en el portugués BPI y ponerlo a tono. El consejero delegado del grupo, Gonzalo Gortázar, avanzó ayer en la junta de accionistas que en los próximos cien días trabajarán para encontrar maneras rápidas y razonables para mejorar la operativa y el servicio, además de reducir costes y aumentar los ingresos. Gortázar fue contundente, "BPI es el banco con más potencial de Portugal", subrayó. El proyecto consistirá en una revisión del negocio y del engranaje de la actividad con el fin de poder aprovechar de una manera más clara las palancas para incrementar los resultados. La adquisición del banco luso, que se cerró el pasado febrero, permite a CaixaBank ser la primera entidad por tamaño de la Península Ibérica.
Este proyecto implicará el inicio de nuevas operativas en dos meses, según indicó el consejero delegado. El plan permitirá a CaixaBank poder cumplir cómodamente con los compromisos adquiridos con el mercado tras la toma de control del banco luso, así como conseguir las sinergias de 120 millones anuales en un periodo de tres años.
Gortázar, al igual que el presidente de la entidad, Jordi Gual, se mostró optimista sobre la evolución que tendrá BPI, que se centrará en aportar servicios a los clientes y crédito, cuyo flujo se incrementará sustancialmente ante las grandes expectativas sobre el país vecino.
Transformación digital
En principio, el plan no supondrá ajustes adicionales de personal y sucursales. La intención de CaixaBank es recortar el 16 por ciento de la plantilla -900 trabajadores- de BPI hasta 2019. Esto ayudará también a cumplir el plan estratégico del banco español de tres años que tiene previsto que finalice en 2018. Gortázar aseguró estar "muy satisfecho por mejorar el liderazgo comercial" impulsando la digitalización de la entidad. Gortázar insistió en que, en los próximos años, la entidad continuará con los avances tecnológicos, pero a diferencia de otros grupos del sector, "CaixaBank no necesita grandes transformaciones, sino, fundamentalmente, continuar haciendo lo que sabemos hacer: captar clientes". Antes de iniciar su discurso de evaluación del ejercicio, Gual dedicó unas palabras a la memoria y reconocimiento del recientemente fallecido Salvador Gabarró, que fue consejero de la entidad y presidente de Gas Natural durante la última década. También, se refirió a su antecesor en el cargo, Isidro Fainé, poniendo en alza la expansión internacional que llevó a cabo el grupo durante su mandato.
El presidente de la entidad, en su primera junta puso en valor la evolución de los títulos de la entidad y la rentabilidad ofrecida a los accionistas gracias a la política de dividendos. Desde que Criteria salió a bolsa en octubre de 2007, y a pesar de la crisis financiera, la rentabilidad de la entidad alcanza el 33 por ciento frente a la caída del 6 por ciento que registra de media la banca del Ibex 35 o el desplome del 58 por ciento en el sector financiero de la zona euro.
En 2016, el retorno para sus socios fue del 3,6 por ciento, debido principalmente a una distribución de resultados del 54 por ciento por ciento. Para este año y los próximos, el grupo espera seguir ofreciendo más del 50 por ciento de los beneficios, aunque lo hará en dos pagos en efectivo.
Gual hizo un repaso sobre los desafíos a los que se enfrenta la banca en los próximos años, como la situación de tipos bajos que presiona los ingresos del sector. A pesar de ello, se mostró ligeramente optimista por el cambio de tendencia que se podría producir en breve tras la subida de tipos en Estados Unidos, ya que está previsto que se vuelvan a producir dos alzas más por parte de la Reserva Federal.
El futuro de la banca
En Europa, Gual espera que el incremento de las tasas será más lento, debido a la política del Banco Central Europeo, que seguirá con su plan de recompra de activos. No obstante, el presidente de CaixaBank señaló que el alza de los tipos en el Viejo Continente llegará "en la primera parte de 2019". Por tanto, el responsable de la entidad alarga ligeramente el giro de tendencia con respecto a las previsiones de buena parte del sector y de los expertos, que estiman que la subida se producirá durante 2018.
Aún así, destacó que el banco está preparado para afrontar esta situación debido a su fortaleza en seguros, fondos de inversión y planes de pensiones, con los que amortigua la caída de los márgenes. "Las prioridades para la segunda mitad del plan estratégico 2015-2018 pasan por continuar apostando por la diversificación de ingresos y potenciando los negocios de seguros y de gestión de activos", detalló Gual. Con este proyecto, la entidad espera conseguir una rentabilidad sobre recursos propios (Rote) de entre el 9 por ciento y el 11 por ciento.
También se refirió a todas las incertidumbres geopolíticas que amenazan la estabilidad como la reciente llegada a la presidencia de EEUU de Donald Trump, que calificó de "sorprendente", como las elecciones en Francia, donde la ultraderechista Marine Le Pen llega con opciones para presidir el país galo.