
Luis María Linde será el gobernador del Banco de España para los próximos años y tendrá que lidiar con la peor crisis del sector y de la economía. Es la propuesta que ha realizado el Gobierno para sustituir a Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El presidente Mariano Rajoy ha aceptado la petición de Luis de Guindos, ya que éste era su candidato, y ha dejado en la cuneta al resto de aspirantes, como José Manuel González-Páramo y Fernando Bécker, que estaban bien posicionados.
El anuncio se produjo ayer en el Congreso y el Consejo de Ministro tiene previsto aprobar su nombramiento en el día de hoy, para que tome posesión el lunes.
La subgobernadora parece que será Soledad Núñez, exdirectora general del Tesoro. El Ejecutivo ha querido recuperar el consenso perdido para los nombramientos de esta institución y ha dejado que la designación de la número dos del Banco de España recaiga en el PSOE.
El consenso se rompió cuando Pedro Solbes nombró en 2006 a su secretario de Estado. Su gestión ha estado marcada por un perfil político sin precedentes, lo que ha desprestigiado la institución.
El PP se asegura dos mandatos
El mandato de ambos será de transición, debido a la edad de Linde. Tiene 67 años. La ley de autonomía del organismo supervisor limita a 70 años la figura del gobernador. Además fija que la salida del subgobernador sea simultánea a la del máximo responsable de la institución. Por tanto, Linde y Núñez estarán al frente del regulador la mitad del periodo que establece la normativa. Si el Gobierno no cambia la ley en 2015, justo después del nuevo periodo electoral si no se adelantan los comicios, ambos tendrán que dejar el Banco de España. De ser así, se aseguraría, en principio, la elección de dos gobernadores. Éste último estaría hasta 2021 y podría coincidir con ejecutivos de la oposición, a los que podría, con sus informes y declaraciones, contradecir y rebatir importantes medidas del adversario político.
Linde es un experimentado tecnócrata. De hecho, trabajó en el supervisor desde 1987 y 2000. Ese año dimitió como director general. Entre 2001 y 2004 dirigió el Servicio de Riesgo País de la institución y en la actualidad era asesor de la dirección de Asuntos Internacionales.
Su vida ha estado vinculada al Banco de España, por lo que conoce a la perfección el funcionamiento. Cuenta con una dilatada experiencia en un momento de especial transcendencia para el sector financiero y para el conjunto del país.
Devolver el prestigio
Tendrá por delante el reto principal de recuperar el prestigio perdido durante los últimos años y devolver la confianza de los inspectores en la cúpula después de las desavenencias surgidas en torno a la forma de actuar con las distintas entidades.
Guindos remarcó ayer que "le va a permitir dirigir y representar ante las instituciones y organismos internacionales un organismo que en el desarrollo de su actividad y para el cumplimiento de sus fines debe actuar siempre con la autonomía respecto a la administración general del Estado".
La llegada de Linde y Nuñez se produce de manera anticipada ante la renuncia de Ordóñez un mes antes del fin de su mandato por los ataques a su "mala gestión" en la reestructuración y saneamiento del sector. El Gobierno, tras la crisis de Bankia, ha intentado poner en evidencia al todavía gobernador, en plena vorágine de desconfianza de los mercados sobre la salud del sistema.
Las dos reformas y una eventual tercera sobre el nivel de provisiones han dejado en el alero a una parte considerable de las entidades, que tendrán que recibir ayudas públicas, que vendrán de Europa. El FMI estima en 40.000 millones la inyección de dinero de las instituciones de Bruselas, a cambio de diversas condiciones.
La primera decisión importante que tendrá que tomar será la aprobación de los planes de viabilidad de cada uno de los grupos financieros. Estos proyectos llegarán a su despacho el mismo día que toma posesión. Tendrá hasta final de mes y, en función de las conclusiones de las dos consultoras contratadas por el Ministerio de Economía sobre las necesidades, dar su autorización, reclamar medidas adicionales o rechazar la hoja de ruta diseñada por cada una de las entidades. Entre éstas se incluye la más relevante de todas, la de BFA-Bankia, que requiere de unas ayudas públicas de hasta 23.500 millones.
Otro proyecto significativo será el de BMN, la entidad de mediano tamaño cuyo saneamiento es el más complicado en solitario y por las dificultades que está encontrando para poder alcanzar un acuerdo de fusión con otros grupos.
Otra decisión urgente será la gestión de las entidades que están bajo el paraguas del Estado. Tendrá que hacer frente a dos subastas transcendentales en julio, la de CatalunyaCaixa y Banco de Valencia, cuyo desenlace no está claro debido a las relevantes ayudas que solicitan los interesados. En octubre está fijada la de Novagalicia, cuyo futuro también está en el aire.
El Frob, que está bajo el poder del Banco de España, tendrá que hacer frente a una gestión directa de estas entidades si no se adjudican, y aconsejar al Gobierno si conviene o no una integración de todas las nacionalizadas.
A la gestión más cercana se refirió el ministro De Guindos al anunciar su designación. "El próximo gobernador tiene una labor importantísima", que tendrá que centrarse "en la reforma del sector bancario, que no está acabada, y que registrará hitos importantes en los próximos días". "El sistema bancario es muy importante, sin él es difícil la recuperación económica", recordó De Guindos, que ofreció su colaboración para que España recupere la confianza y la senda de crecimiento.
Marco europeo
Entretanto y más a largo plazo, Linde tendrá que situar al Banco de España en el escalón de influencia que le corresponde en las instituciones europeas y asesorar en el marco comunitario sobre la creación de la nueva supervisión paneuropea del sistema, con la creación de la Unión Bancaria. En este marco también están pendientes la constitución del fondo de garantía de depósitos supranacional, que sirva para financiar los rescates de entidades en un futuro, sin que los Estados se vean obligados a aportar dinero de los contribuyentes en caso de que fuera necesario.
La designación de Linde fue valorada positivamente por el sector y por el resto de partidos de la oposición, aunque en algunos casos puesieron sobre la mesa diversas reclamaciones para que el sector salga de la encrucijada en la que está inmersa en la actualidad.