
Bajo la atmósfera de Silicon Valley, en San Francisco, son muchos los emprendedores que tratan de crecer y tejer una red de clientes que lleve su negocio hacia el éxito. No obstante, el aterrizaje en el mayor polo empresarial del mundo puede ser favorable o contraproducente en función de los consejos y del apoyo al que tengan acceso los empresarios. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores
Precisamente, para ayudar a estos emprendedores a reducir el riesgo y aumentar sus probabilidades de éxito existe Spain Tech Center, una organización público-privada de Icex, Red.es y Banco Santander, dirigida por Christian Prada, un "apasionado por el emprendimiento y las nuevas tecnologías", tal y como él mismo se define. Así, tras estudiar Administración de Empresas, Prada se especializó en Finanzas Corporativas y Estrategia Competitiva, lo que posteriormente le llevó a contar con una dilatada experiencia en compañías de base tecnológica europeas y americanas.
Hace ocho años se estableció de forma definitiva en Silicon Valley y, antes de unirse a Spain Tech Center, trabajó y cooperó con programas de aceleración de startups de otros países europeos que lideran el ranking de innovación global como Holanda, Suecia y Suiza. Ahora su misión se centra en apoyar a todas aquellas personas que llegan a este hub de emprendimiento, más conocido como la meca de la tecnología.
¿Cómo ayuda Spain Tech Center a los emprendedores?
Por un lado, ejercemos una tarea formativa, en la cual transmitimos a los emprendedores las mejores prácticas en materia de startups y entrepreneurship. Silicon Valley es el centro mundial del emprendimiento tecnológico y, al estar aquí, tenemos un nexo directo a conocimientos avanzados y acceso a los mejores expertos para facilitar la tarea a los españoles que pasan por nuestro programa. Por otro lado, también les ayudamos a navegar e insertarse en el ecosistema de Silicon Valley para expandir su negocio en Estados Unidos.
¿Cuáles son los principales programas de Spain Tech Center?
Son el Programa de Inmersión y el Soft Landing. El primero de ellos ayuda a startups españolas a responder la pregunta de si Silicon Valley es el lugar idóneo para sus empresas y si se encuentran en el momento adecuado para ello. Tiene dos semanas de duración y en ellas se incluyen talleres dirigidos por expertos en emprendimiento, networking, marketing o capital riesgo, entre otros temas, junto a reuniones con potenciales clientes o consultoría estratégica. En él acogemos a diez startups dos veces al año y de nuestra cantera han salido compañías prestigiosas como Medtep -cuyo fundador ha sido incluido en la lista Forbes 30 under 30- o Touchvie. Por otro lado, el Programa Soft Landing es para startups que ya han tomado la decisión de tener presencia en Silicon Valley y les ayuda a instalarse.
El ecosistema emprendedor tiene cada día más adeptos. ¿Cuáles son las realidades y los mitos de este sector?
El interés por el emprendimiento en general, y las startups en particular, está en crecimiento en todas partes del mundo -estudios recientes sugieren que durante épocas de crisis se acelera la creación de estas compañías; un hecho que ha pasado tanto en España como en EEUU-. Sin embargo, todavía persisten algunos mitos al respecto. Uno de ellos, y el principal a mi juicio, es que existe algo así como un gen emprendedor, es decir que hay personas genéticamente predeterminadas a fundar compañías. De forma adicional, muchas veces se cree que ciertas características como la extravagancia, el carisma o la audacia están correlacionadas con el éxito empresarial. Sin embargo, la evidencia indica todo lo contrario: existen habilidades, comportamientos y procesos concretos que aumentan las posibilidades de éxito y que se pueden enseñar y aprender.
Una vez en Silicon Valley, ¿cuáles son las dificultades más comunes que suelen encontrar los emprendedores?
En la etapa previa al desembarco notamos que muchas veces los estudios de mercado y de competencia son incompletos y que las expectativas de financiación son irreales. Una vez en Silicon Valley, la dificultad principal que vemos normalmente es la de adaptarse a la cultura empresarial local y a sus códigos.
El coste de vida es bastante elevado, además de la financiación propia que cada emprendedor pueda aportar. ¿Existen ayudas para asentarse allí?
Spain Tech Center no da apoyo financiero a emprendedores, pero hay programas como Select USA que pueden ayudar. Otro camino es buscar capital riesgo para financiar la expansión. Por otro lado, nosotros no tomamos participación en las empresas y todos nuestros proyectos son gratuitos.
¿Cómo favorece este 'hub' de innovación tecnológica a las nuevas startups?
Silicon Valley es uno de los mejores ejemplos de la efectividad de un polo de competitividad o cluster empresarial -concentración geográfica de negocios interconectados, proveedores e instituciones en un campo en particular-. La zona está compuesta principalmente por startups, empresas de capital riesgo, universidades -Stanford y Berkeley- y capital humano -programadores, ingenieros, ejecutivos, etc.- que refuerzan la competitividad de tres maneras: mediante el aumento de la productividad de las startups, impulsando la innovación y su estimulación.
En un entorno tan competitivo como este, ¿qué estrategias de diferenciación deben seguir las empresas tecnológicas?
Ser el mejor en lo que se hace es una estrategia de diferenciación. La base para ello la da un conocimiento único del problema que se está atacando, de cómo solucionarlo y de cómo comercializar el producto o servicio. Esto se incorpora en cada eslabón de la cadena de valor y se traduce en una adopción y satisfacción superior que conduce a una diferenciación sostenible.
¿Qué cabida tienen los proyectos destinados a la filantropía en este ecosistema?
Las nuevas tecnologías crean nuevas oportunidades no sólo en los negocios, sino también en otros campos. Así, de Silicon Valley han salido iniciativas como la Wikimedia Foundation -la organización sin fines de lucro dedicada a promover el crecimiento, desarrollo y distribución de contenidos educacionales gratuitos y multilingües y operador de Wikipedia-, y Kiva -otra organización sin fines de lucro que permite a personas dar préstamos a emprendedores y estudiantes de bajos ingresos en 80 países del mundo-. De forma adicional, las empresas grandes y prestigiosas de Silicon Valley tienen un brazo filantrópico. Así, por ejemplo, Google.org apoya iniciativas y compañías que van desde la lucha contra el ébola o el zica a temas culurales, de educación y políticos.