
Poco a poco el mercado laboral empieza a moverse, aunque para conseguir un empleo la competencia sigue siendo feroz. De esta forma, entrar en un proceso de selección es solo el primer paso para conseguir un puesto de trabajo.
Hay que tener en cuenta que las empresas muchas veces no eligen al mejor candidato, sino al que mejor se desenvuelve durante el proceso de selección. Es decir, además de ser un buen candidato y cumplir los requisitos que busca la compañía, hay que cumplir con las reglas del proceso de elección.
Silvia Forés, directora de RRHH de Baker & McKenzie Barcelona y experta en selección de personal, da una serie de consejos en un artículo en el portal de empleo Infojobs para parecer el mejor candidato durante el proceso de selección, y así multiplicar las posibilidades de ser elegido.
Saber adaptarse
El primer consejo que ofrece la experta es que hay que saber adaptarse. Por ejemplo, si un reclutador ofrece varios horarios para tener un encuentro, hay que adaptarse; si pide el CV en inglés, no se puede tardar una semana en enviarlo; si pide teléfonos de referencia, hay que facilitar alguno. Si se tiene el perfil adecuado y no hay muchos candidatos más, es posible que el reclutador espere. Pero no suele ser así: todas las vacantes tienen muchos aspirantes, por lo que lo más probable en ese caso es que el reclutador de paso al siguiente en la lista. Y no sabemos el tiempo que tiene la empresa para resolver el proceso de selección. Los hay que duran una semana y otros meses.
La imagen que se emite es de persona que no es capaz de seguir el ritmo de la empresa, y que puede hacer retrasar el trabajo.
Facilitar la labor al reclutador
Un error que cometen habitualmente los candidatos es pensar que solo se tiene en cuenta el momento de las pruebas o las entrevistas. Se trata de un proceso, y el candidato está siendo analizado en todo momento.
Un candidato adaptable, rápido, que ayuda al seleccionador en su tarea y que incluso se anticipa a sus necesidades, tiene más posibilidades de continuar en el proceso de selección. Es evidente que si el candidato no cumple con las necesidades del puesto, por mucho que haga, lo tendrá muy complicado, pero toda predisposición ayuda. "Lo llamo el arte de ser y parecer el mejor candidato", explica Forés.
Además, hay que tratar de ponerse en el lugar del seleccionador, para entender de qué manera se le puede ayudar. Conocer las reglas del proceso de selección y cumplirlas no es garantía de éxito, pero aumenta las posibilidades de ser seleccionado.