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La regulación española, entre las peores para contratar trabajadores

  • "El mundo se enfrenta a una gran escasez de personal cualificado"

La regulación española vigente a la hora de contratar trabajadores es más rígida en España que en la mayoría de países que nos rodean. Esto quiere decir que, lejos de fomentar la contratación de larga duración -los contratos que llamamos indefinidos-, se acumulan las barreras que lo frenan. Así, ocupa el puesto 85 de un total de 93 países incluidos en el Índice Global de Competitividad del Talento (GCTI), un asiento que comparte con Panamá, Eslovenia, Bolivia, Brasil, Luxemburgo y Costa Rica. Más noticias en el suplemento gratuito elEconomista Gestión Empresarial

El estudio, publicado este mes y presentado por sus autores en la cumbre de Davos, ha sido realizado por Adecco, la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership Institute, y mide la capacidad de atracción y retención del talento, por lo que, entre otros factores, analiza la dificultad de contratar a trabajadores de larga duración debido a los impuestos, la duración máxima acumulada de los contratos permanentes y la relación entre el salario mínimo de trabajadores en su primer empleo y su productividad. Esta última es, precisamente, otra de las cuestiones en las que nuestro país suspende, tras obtener una puntuación de 3,11 en una escala sobre 7.

Pero no todas las variables son tan negativas para nuestro país: de hecho, en el cómputo global -recogido en el gráfico de la próxima página-, España ocupa el puesto 30 de 93 a escala mundial, con una media de todas sus variables analizadas de 51,25 puntos, lo que la sitúa seis puntos por debajo de la media del índice, que es de 57,13 puntos. Tal y como refleja el estudio, "España presenta un buen comportamiento a la hora de desarrollar su propio talento, ligeramente por encima de la media europea y similar a los países de renta alta. El punto negativo es que España carece de un marco regulador y de un mercado adecuado que promueva la competencia, la innovación y los negocios".

Desequilibrios entre oferta y  demanda

El GCTI tiene por tanto la vocación de ser un estudio exhaustivo orientado a la resolución de los problemas relativos a la competitividad, ya que "a día de hoy, existen 8,4 millones de puestos de trabajo que no se ocupan por desajustes en las capacidades y en la geografía", explicó Patrick De Maeseneire, consejero delegado del Grupo Adecco durante la presentación del informe, e insistió en que "una gran parte del mundo desarrollado se enfrenta a una gran escasez de personal cualificado".

Ya en el primer índice publicado, realizado en 2013, y pese a que los europeos obtuvieron buenos resultados, todos los países se enfrentaban a preocupantes desequilibrios entre la demanda de capacidades específicas y la oferta de candidatos adecuados. Así, según las conclusiones del estudio, los primeros puestos del ranking son para Suiza, Singapur, Luxemburgo, Estados Unidos y Canadá, pero el Top 20 está claramente dominado por Europa.

Y, si atendemos a los países europeos que conforman el análisis, España se situaría en el puesto 19 sobre 30, superando tan solo a Eslovaquia, Hungría, Portugal, Italia, Lituania, Polonia, Bulgaria, Croacia, Macedonia, Armenia y Grecia. Entre el grupo de competidores europeos de nuestro país, Italia es el que más similitudes presenta en términos de tamaño y nivel de PIB, pero España tiene una puntuación más alta.

Desarrollo de su propio talento

España muestra un buen comportamiento en el desarrollo de su propio talento, lo que consigue mediante un buen rendimiento en educación formal, así como un rendimiento también aceptable en formación permanente, incluida la que se da dentro de la empresa y la calidad de las escuelas de gestión. En esta última categoría, España sobresale con respecto al resto de países analizados, ocupando el cuarto puesto, solo superada por Suiza, Bélgica y Reino Unido.

El acceso a oportunidades de desarrollo profesional -entre las que se incluye un buen entorno para el trabajo en red y un acceso a los puestos de toma de decisiones- es también positivo. Sin embargo, se queda atrás con respecto a los países que ocupan las primeras posiciones globales. Por ello, el informe señala que una dimensión en la que España también puede mejorar es la amplitud y la calidad de sus capacidades en formación profesional. El conjunto de altas capacidades y competencias es bueno -pese a que nuestro país no siempre es capaz de transformar esto en más innovación y emprendimiento-, pero no es el caso de la fuerza de trabajo formada profesionalmente. Para esto, Alemania es el país en el que hay que fijarse.

Las mujeres que trabajan a tiempo parcial es otro valor analizado. En esta ocasión, España se ha ganado una séptima posición ya que, de todos los trabajadores a tiempo parcial, el 72,2% son mujeres. En cambio, en la tasa total de empleo femenino, nuestro país está por debajo de la media de la Unión Europea, registrando un 52%, frente al 58,5% europeo.

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