
El mercado extranjero se presenta para muchas empresas como un nicho rico y próspero en el que, si la compañía consigue adentrarse puede atraer grandes ventajas. "El comercio transfronterizo es una gran oportunidad para los negocios españoles", asegura Estanis Martín de Nicolás, director general de Paypal para España y Portugal. Más noticias en el suplemento gratuito elEconomista Franquicias y Emprendedores
Tanto es así que aproximadamente el 25% del negocio de la compañía en 2013 procedió del comercio exterior. Pero para establecer relaciones prósperas en el ámbito internacional es fundamental asegurarse de que el riesgo a correr es lo más bajo posible.
Uno de los aspectos que más preocupan a las empresas españolas, es cómo efectuar el cobro y el recibo de la mercancía, es decir, establecer cuáles son los riesgos que ambas partes están dispuestos a asumir. Por eso, y siguiendo los consejos de Ebury, la empresa de servicios financieros especializada en pagos internacionales de las pymes que operan en el exterior, presentamos una guía que agrupa los principales métodos de pago para estas situaciones en función del peligro que estos implican, ya que conocer las distintas formas de retribución es una buena forma de reducir estas inseguridades.
Desde Paypal afirman que "comprar o vender en el extranjero no tiene por qué suponer un riesgo si utilizamos un método de pago seguro y fiable", incluso si trabajamos con divisas diferentes.
Riesgo elevado de impago
Cuando el comprador y el vendedor presentan un alto grado de desconocimiento mutuo, la dificultad del cobro y el peligro de impago también se incrementan. La desconfianza entre ambos hará que ninguno de los dos se atreva a dar un paso al frente. Para estas transacciones, Ebury diferencia entre la orden de pago documentaria y el crédito documentario. En el primer caso, el importe es adeudado por el banco desde el mismo momento de la emisión, mientras que en el segundo la deuda no se generará hasta que se acredite la documentación. Dentro de ambos métodos, el crédito documentario, presenta una mayor garantía, ya que es irrevocable y cuenta con una legislación específica. Por todo ello Martín de Nicolás recomienda a las empresas buscar un socio que "les aporte confianza y seguridad".
Por otro lado, Ebury diferencia entre las operaciones de riesgo moderado y aquellas que implican un peligro más bajo. En el primer caso, el comprador paga su deuda cuando recibe la documentación que le otorga la propiedad de los bienes. Por su parte, el vendedor puede arriesgarse a embarcar la mercancía pero no entrega la documentación hasta que recibe el pago. El método de retribución más habitual es la remesa documentada, por la cual la empresa exportadora envía la mercancía y entrega una documentación a su banco, que recibirá la entidad del país importador.
Cuando el grado de conocimiento y la confianza entre el exportador y el importador extranjero son altos, el riesgo disminuye. Por eso el desembolso se efectúa antes de la recepción, o por el contrario, los bienes son enviados antes de que el pago esté asegurado. Dentro de esta opción, se distinguen desde el tradicional cheque personal y bancario, hasta la remesa simple o la orden de pago simple. En este último caso, el exportador asumirá todo el riesgo, pues es quien mandará la mercancía con la documentación y sólo cuando el importador reciba el material, dará la orden a su banco de efectuar el pago. Por el contrario, en la remesa simple, el exportador inicia los trámites para recibir el cobro tras la emisión de un documento financiero.
De esta forma, y en palabras de Martín de Nicolás "el desconocimiento del mercado al que nos queremos dirigir no debe ser un impedimento para nuestro proceso de internacionalización".