
Si casi el 70% de las empresas considera que los jóvenes recién licenciados no están lo suficientemente preparados para integrar el mundo laboral, y más del 50% de los propios jóvenes opina que le falta formación al acabar la carrera, tenemos un problema. Y grande.
Y eso es precisamente lo que trata de paliar la consultora de recursos humanos Adecco al lanzar su Observatorio de Innovación en el Empleo, cuyo fin primordial es, tal y como explica su secretaria general Margarita Álvarez Pérez de Zavala, "buscar y ofrecer una posición común que ayude a conseguir avances en esta materia y aportar, tanto a las empresas como a las instituciones académicas, algunas claves de las principales áreas de divergencia entre los jóvenes y el entorno laboral".
Tras arrancar el pasado mes de febrero con 19 socios fundadores, cuentan ahora con un total de 22 empresas adheridas al observatorio. Así, a Adecco se suman Acciona, Amadeus, Bankinter, BMW, Capgemini, Coca-Cola, Delaviuda, Domecq Bodegas, EY (anteriorimente Ernst & Young), Ikea, Línea Directa, L'Oréal, Mahou San Miguel, McDonald's, Pelayo, Sephora, Seur, Xerox, Grupo Siro, PSA Peugeot y Gas Natural Fenosa con el objetivo común de "mejorar la situación del empleo en España".
Objetivos concretos
Para ello, a lo largo de los siete meses que han transcurrido desde el arranque del observatorio han organizado muchos grupos de trabajo en los que llegan, como explica Margarita Álvarez, "a objetivos concretos; todos nos comprometemos a adoptar ciertas medidas y poner nuestro granito de arena en un área en el que podemos marcar una diferencia".
De ahí que hayan elegido la situación de los jóvenes como el punto de partida para sus workshops. Tras llevar a cabo un estudio del mercado, el Informe OIE sobre jóvenes y mercado laboral: El camino del aula a la empresa refleja una clara distancia, y cada vez mayor, entre las expectativas de los jóvenes y la demada de las empresas respecto a la formación real recibida.
Además, las carencias de los estudiantes se concentran precisamente en las tres áreas que más demandan las empresas: conocimientos específicos relativos a la formación recibida y a las funciones que tendrán que desempeñar en el ámbito profesional; experiencia o contacto previo con el mundo laboral -prácticas en empresas o trabajos previos- y competencias transversales, que engloban las capacidades o habilidades que desarrolla el individuo independientemente de su formación teórica.
Por el contrario, los universitarios españoles otorgan más importancia a otros conocimientos específicos, como pueden ser los idiomas, que las empresas, quienes no parecen darle tanta importancia como los jóvenes creen.