La oficina no es un buen lugar de trabajo. Así lo defiende Jason Fried, autor de 'Rework', que considera que hay las interrupciones y el exceso de reuniones son las dos amenazas principales para la eficiencia de los trabajadores. En concreto, afirma que cuando la gente va a trabajar sustituye su jornada laboral por una serie de "momentos de trabajo".
"Es como si la puerta de una oficina fuera una trituradora. La jornada laboral se ve reducida a pedazos porque uno solo consigue tener fragmentos de 15 o 30 minutos hasta que suceden interrupciones que lo distraen de la tarea", explica Fried en TEDxMidwest, recogido por Infojobs. "No se le puede pedir a alguien que tenga una gran idea o sea creativo en 15 minutos", apunta el cofundador de '37 Signals'. "Cada vez que te interrumpen supone empezar de nuevo para volver a alcanzar la concentración.
Redes sociales
Hay directivos que apuntan a las redes sociales como principales distracciones en el trabajo, e incluso hay oficinas que prohiben el acceso a dichos canales. Fried considera, sin embargo, que el problema real son las interrupciones y las reuniones, que cuando no tienen un objetivo claro pueden convertirse en un elemento tóxico.
Fried recomienda tres soluciones para tratar de mejorar la productividad en el trabajo
1. Impulsar el día del silencio
Hay que elegir un día al mes en la oficina en la que la regla sea que nadie puede hablar con nadie. Cuando hay silencio la productividad aumenta rápidamente. Cuatro horas de trabajo sin interrupciones es el mejor regalo que se puede hacer en la oficina.
2. Cancelar todas las reuniones posibles
Pocas cosas hay más improductivas que una reunión sin los objetivos claros. Hay que aprender a decir 'NO' a este tipo de tareas, y en vez de posponerlas, cancelarlas directamente. Muchas de las cosas que había que hacer se demostrarán como innecesarias.
3. Fomentar los modelos de comunicación más pasivos
En vez de convocar reuniones para debatir temas, hay que animar a los empleados a utilizar modelos de comunicación más pasivos, como el email o la mensajería instantánea. Así, las interrupciones se producen solo cuando uno lo elige, ya que el email se puede cerrar, pero una interrupción física no.