La pasada semana, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, exponía sus nuevos proyectos para generar empleo en la región. Una de sus propuestas fue ampliar las superficies comerciales en las estaciones de Metro. Las protestas por parte de los comerciantes madrileños, representados por la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (Cocem), no se ha hecho esperar.
"En Madrid existen en este momento centenares de locales comerciales vacíos y faltan clientes". Así de tajante se mostró el presidente de la patronal, Hilario Alfaro, quien también señaló que iniciativas como ésta ponen de manifiesto la inexistencia de una política de desarrollo y planificación comercial por parte del Gobierno regional, que debería centrar su foco de atención en los miles de locales comerciales actualmente desocupados, las razones de dicha desocupación, que van más allá de la actual crisis económica, y la puesta en marcha, conjuntamente con los ayuntamientos, de iniciativas que contribuyan a articular soluciones para barrios y áreas comerciales ante la inevitable desertización comercial de muchas calles.
La puesta en funcionamiento de más de 100.000 nuevos metros cuadrados de superficie comercial y de restauración en el Metro, parece más, según Cocem, una apuesta por el modelo de las ciudades subterráneas canadienses, que por la dinamización del comercio urbano de proximidad. Además, Alfaro duda de la viabilidad desde el punto de vista empresarial de esta iniciativa.