Emprendedores-Pymes

El 70% de las empresas que apuestan por la calidad, la reingenieria o el I+D fracasan

  • Hay que centrarse en el mercado y los clientes, no en el producto

En la actualidad, el 70% de los proyectos empresariales con "apuestas importantes" por la calidad, la reingeniería o el I+D+i fracasan, según Nerea Arrieta, directora general de Tasfor, una consultora especializada en la asesoría para la innovación en pymes y empresas.

La innovación no genera salud económica en las empresas y pymes, sino más bien al contrario, es "la salud económica la que permite generar innovación", según la experta.

aunque se proporcionan recursos para inversiones con riesgos tecnológicos, se desarrollan continuamente planes y se subvencionan proyectos de innovación, "muy pocos" tienen la necesaria salud económica como para afrontar estos riesgos con rentabilidad, según Arrieta. "Parece que los maltrechos supervivientes de esta guerra económica, especialmente las pymes, innovamos poco y mal", subraya.

Con ello, se pregunta si las empresas están preparadas para desarrollar innovaciones de manera fluida, gestionando de manera eficiente su ciclo natural, o si se entiende la innovación como una mejora puntual que permita incentivar las ventas y sobrevivir. "La respuesta es no estamos preparados", insiste Arrieta.

Desconocimiento de los mercados

Factores como el desconocimiento de los movimientos de los mercados rentables, el desdén en tantos casos de la fuerza de la competencia y la obsesión casi única, entre otros, por reducir costes han terminado por debilitar el desarrollo de las personas y ocultar el talento, olvidar la necesidad de centrarse en el cliente rentable y reducir las expectativas de rendimiento financiero.

Se trata de debilidades que impiden una gestión de la innovación rentable, puntualiza, a la vez que argumenta que "muy pocas prosperan" en el tiempo porque el tejido empresarial ha sido incapaz de consolidar la innovación, de sostener el cambio, de gestionar adecuadamente sus barreras y sus impulsores naturales, o de analizar y potenciar sus verdaderos soportes.

"La razón es que se nos está olvidando algo fundamental, el mundo que intentamos organizar no es un mundo mecánico de planes, controles y héroes ejecutores, no es mundo que se pueda dominar con buen producto y buen balance. Hoy en esta tormenta competitiva perfecta en la que nos encontramos el reenfoque del negocio en el mercado y en el cliente resulta imprescindible", remacha la experta.

Barreras internas

Por todo ello, resalta que las barreras internas a la innovación pueden superarse con un cambio de mentalidad en el acceso a los mercados, en la organización de las capacidades y en el desarrollo del talento.

"Nuestro ajuste debe ser estructural. Durante años hemos subordinado la gestión correcta de los pilares básicos de la competitividad, de la salud empresarial y como consecuencia de la innovación en una búsqueda o rutinaria o ansiosa, según los casos, de las ventas y del beneficio empresarial", agrega.

En su opinión, los esfuerzos de las pymes para poder salir de la crisis deben ir dirigidos a estabilizar los estándares de salud empresarial, a orientar sus proyectos hacia la conquista de nuevos y mejores mercados, a la estructuración de organizaciones ágiles y flexibles, así como al desarrollo del talento.

Es más, insiste en que la solución pasa por redirigir el foco estratégico de los productos a los mercados y a los clientes, por tratar con especial cuidado a quien puede responder con beneficios a medio y largo plazo.

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