
La crisis interna que atraviesa el PSOE podría traducirse en la batalla entre Zapatero y Rubalcaba con un único objetivo: la Secretaría General del partido. El presidente del gobierno quiere mantener el cargo y sólo estará al frente del Gobierno si esa condición se cumple. Su segundo, únicamente aceptaría ser candidato en unas primarias si se le asegura el sillón. La cuerda está tensa y cada uno guarda su as para dar el tirón final.
Los socialistas buscan candidato para las próximas elecciones generales tras la renuncia de su líder, pero el procedimiento de búsqueda está trayendo más de un dolor de cabeza a Ferraz, descompuesta ante la renuncia de Chacón, el órdago de Patxi López apostando por un congreso y el interés de Zapatero por celebrar unas primarias que sólo a unos pocos les parece la solución correcta. Entre tanto, Rubalcaba continúa callado. Aznar augura elecciones para otoño.
La bomba estalló este miércoles. Carme Chacón se excluía de la carrera a las primarias en el partido Socialista y le dejaba el terreno libre a Rubalcaba, el otro candidato que todavía no ha dicho esta boca es mía.
Primarias, no; congreso, sí
Sin rival en el camino, el vicepresidente primero del Gobierno tiene el cincuenta por ciento hecho. Del otro cincuenta se encargará el protocolo estatutario. Pero el problema no son las primarias. Desde hace semanas, dirigentes próximos al político asturiano postulan otra opción: un congreso ordinario, lo que conlleva algo más que la mera elección de un candidato.
Con el paso de los días, las opiniones de Guillermo Fernández Vara, Rodríguez Ibarra, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina, Rafael Simancas entre otros, han ido tomando fuerza a medida que se va acercando el Comité Federal del sábado. El Comité Federal valorará la conveniencia o no de unas primarias o un congreso, con el trasfondo del fracaso obtenido el pasado domingo en las urnas.
El "congreso", palabra maldita para Zapatero -dispuesto a batallar por las primarias tal y como defendió el día que anunció su retirada de la primera línea de la política-, se ha convertido en la principal demanda de los partidarios de Rubalcaba, cuya bandera ha tomado públicamente el vasco Patxi López.
Zapatero defiende sus primarias y busca contrarreloj apoyos
Zapatero apuesta por unas elecciones primarias con un solo candidato (de ahí posiblemente la retirada de Carme Chacón) para evitar un Congreso y mantenerse así en el sillón de la Secretaría. Si esta condición no se da, Zapatero amenazaría con dimitir y llevar al PSOE a unas elecciones anticipadas.
Que Zapatero no tiene interés alguno en que su sucesión se resuelva en un congreso ordinario quedó ayer bien claro, cuando, a preguntas de los periodistas, relató la llamada que le había hecho a Patxi López explicándole la necesidad de unas primarias.
Pero a López no le han servido los argumentos de Zapatero. Ni a López ni a todos cuantos se empecinan en que Rubalcaba debe hacerse con la secretaria del partido, amén de ser el candidato.
La baza de Rubalcaba
¿Cuál es la baza de Rubalcaba? No hay dudas sobre el poder e influencia del vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior. Rubalcaba sería único candidato de elecciones primarias si se le asegurara la Secretaría General que Zapatero no quiere abandonar. Por ese motivo, la idea del Congreso extraordinario que planteó su amigo el lehendakari es la opción más deseada por él: echaría a Zapatero, iría a elecciones, seguramente las perdería, pero estaría al frente del PSOE para los años venideros y podría modificar el edificio ideológico del leonés.
Mientras, el clamor se extiende por las agrupaciones territoriales. Esto explicaría el denuedo del presidente por encontrar apoyos suficientes para mantener su propuesta de primarias. De momento, cuenta con el respaldo de Barreda, Griñán, Tomás Gómez. Y su empeño no es baladí. Sabe, como afirma el socialista Fernando Marugan, que "si finalmente el PSOE decide celebrar un congreso, tal y como defienden los socialistas vascos, ello conduciría a convocar elecciones anticipadas".
Por todo ello, Zapatero lucha cotrarreloj con poner orden en su casa. Este viernes, y a la convocatoria de Blanco, el presidente del Gobierno se reunirá con sus barones para unificar criterios. En este caso uno. Debe haber primarias a toda costa.
El pulso del sábado
Con estos mimbres, el encontronazo del sábado está asegurado. Así pues, hay que esperar a la reunión de mañana, y sobre todo al pulso Zapatero-Rubalcaba del fin de semana.
Fuera de la carrera Carme Chacón, no parece que la guerra entre los socialistas se haya aplacado. Así lo vaticanaba un alto dirigente del PP a Ecodiario.es, "El día que pierdan las elecciones, esto no no ha hecho más que empezar".