La banca española deja atrás su travesía en el desierto, que supuso una nueva configuración del sector con menos actores y principios renovados. El conjunto de las entidades logró en 2014 su mayor beneficio en seis años en nuestro país. Ganó 12.054 millones gracias a las menores provisiones y a las plusvalías en un escenario en el que, lentamente, se recupera el crédito nuevo a familias y empresas ( un 11,4%). Si se suman los establecimentos financieros (créditos al consumo) se superarían los 12.658 millones. Con estas bases es factible una recuperación real del negocio bancario antes del 2016 que señalaban las previsiones del sector. Las entidades aún enfrentan elevadas exigencias de solvencia. Resulta, por tanto, crucial que la recuperación se consolide.