La banca española aprovechó a fondo la segunda subasta de liquidez condicionada a la concesión de créditos del BCE. En la primera ronda del conocido como TLTRO, en septiembre, mostró las mismas precauciones que en el resto de Europa. En vísperas de los test de estrés nadie quería significarse. Ahora, por el contrario, los bancos españoles han ido a por todas y acumulan ya cuantiosos recursos (42.000 millones) a un interés muy bajo (0,15%). La prueba real de que ese capital se destinará a dar financiación está en que entidades como Bankinter tenían comprometida su concesión incluso antes de la subasta. Los bancos están ya pertrechados; sólo falta el regreso de una demanda solvente para que la recuperación del crédito sea un hecho.