La agencia de calificación Moody's considera que la economía española está "firmemente" encaminada a la recuperación y reconoce el efecto de las reformas realizadas. Sin embargo, advierte de que este crecimiento, impulsado por las exportaciones, tiene serias amenazas: el elevado déficit y sobre todo el nivel de deuda que equivale prácticamente a toda la riqueza que producimos. Cualquier adversidad interna o externa puede trastocar un crecimiento todavía débil. Ello obliga al Gobierno a que concluya las reformas para recuperar más rápido el equilibrio presupuestario. Mientras familias y empresas ya han iniciado el desapalancamiento, la deuda pública seguirá creciendo hasta 2016. Una rémora que si no se ataja lastrará la recuperación.
