El gobernador del BCE enfrió ayer el optimismo desatado en los últimos días por la certificación del fin de la recesión. A pesar de que Dragui mejoró sus previsiones para este año, rebajó en una décima -del 1 al 0,9%- las de 2014 y advirtió que es posible que vuelva a bajar los tipos de interés. Ahora se sitúan en un históricamente bajo 0,5%. El gobernador advirtió que aunque Europa sale de la recesión, la recuperación va a ser lenta porque los problemas persisten. Un aviso a navegantes para que los países mantengan el impulso reformista y equilibren sus cuentas. Un mensaje que, entre otros, debe escuchar atentamente el Gobierno Montoro que, según los últimos datos de ejecución presupuestaria, podría no cumplir el objetivo de déficit en 2014.