España es el segundo país de la UE, detrás de Portugal, que tarda más en saldar su cuentas. La mosoridad -alta en el sector público y privado- provoca la suspensión de pagos o el cierre de muchas pymes. El mayor problema reside en las administraciones. El ministro de Hacienda, reconoció en una reunión con empresarios que las administraciones tienen 13.000 millones pendientes de pago en facturas que se siguieron guardando en el cajón tras el plan de pago de proveedores de 2012. Ahora Montoro baraja que Hacienda pague directamente a los proveedores, cuando ayuntamientos o CCAA tarden más de 30 días en pagar. Nada servirá si el Ministro no exige realmente a las administraciones que cumplan sus compromisos.