En Chicago empezó a perfilarse el pasado fin de semana el nuevo juego de alianzas en la Eurozona tras los cambios en el tablero político europeo. La canciller Merkel busca la complicidad de Mariano Rajoy, al haber perdido a Sarkozy para frenar a Hollande, el socialista que ha arrebatado el Elíseo a los conservadores franceses. El apoyo alemán a Rajoy quedó patente tras ser invitado a participar en la minicumbre del crecimiento en Roma, en la que inicialmente sólo iban a acudir Alemania, Francia e Italia. Merkel dio un espaldarazo sin ambages a las reformas del Gobierno español, que completará con una visita a España en septiembre acompañada de inversores germanos. Un tanto con el que Rajoy aumenta su influencia en la Eurozona.