El BOE publicó ayer la autorización del Ministerio de Industria para que el pozo Castor, almacén subterráneo de gas, comience a funcionar en mayo. Desde que ACS entró en el proyecto, los costes casi se han triplicado desde 500 a 1.300 millones. Si bien es más pequeño, el almacén Yela de Enagás, que también recibió ayer la autorización, ha costado 200 millones. El encarecimiento en la construcción del Castor puede producir un alza del 8% en los peajes del gas, lo que repercutirá en los consumidores.
El Gobierno ha cedido cuando debía de haber realizado una auditoría para la que aún está a tiempo, y a pesar de que la CNE advirtió en su día que, ante la caída de la demanda, este almacén no constituía una necesidad perentoria, razón de más para repensar la decisión.