
Lo que muchos temían se hará oficial este mediodía: Estados Unidos entrará formalmente en deflación al registrar la primera caída interanual del IPC desde 1955. Concretamente, el consenso espera un descenso de los precios del 0,8% en el mes de diciembre respecto a noviembre, que se traducirá en una bajada del 0,2% interanual.
Una caída de precios que los precios industriales ya muestran desde hace algunos meses: ayer se publicó una caída del 0,9% en el conjunto de 2008.
De larga duración
Lo peor es que no se trata de un acontecimiento puntual debido a la caída del petróleo que no tendrá continuidad en los próximos meses. Al menos, eso es lo que descuentan los mercados, concretamente el de los TIPS, los populares bonos protegidos contra la inflación cuyo mercado tienen un tamaño de 530.000 millones de dólares. Estos activos pagan un cupón al que se añade el IPC y señalan que los precios van a seguir cayendo durante varios años porque el hundimiento de la economía va a mantener bajo mínimos la demanda de consumo.
La clave está en el diferencial entre la rentabilidad de los bonos normales a cinco años y los TIPS (Treasury Inflation Protected Securities) al mismo plazo. Actualmente, esa diferencia está en 0,33 puntos porcentuales negativos (-0,33) lo que sugiere que el IPC caerá un 0,33% como media en los próximos cinco años. Este diferencial se conoce como el break-even rate y se considera una señal de las expectativas de inflación de los inversores durante la vida del bono.
Los TIPS a más corto plazo apuntan a una inflación todavía mayor: descuentan una caída de casi el 2% en el IPC durante el próximo año. Se trata de un giro radical desde julio, cuando este diferencial alcanzó 2 puntos porcentuales positivos cuando el petróleo marcaba máximos históricos en 147 dólares. Precisamente, el desplome de las materias primas es la principal causa de la deflación en EEUU.
Un mercado distorsionado
Ahora bien, puede que los TIPS no sean un indicador demasiado fiable en estos momentos a causa de los acontecimientos vividos en el mercado de bonos en los últimos tiempos. Como es conocido, los inversores han salido en masa de sus activos de riesgo para refugiarse en los más seguros y líquidos, que son los bonos del Tesoro tradicionales, con lo cual la demanda de bonos protegidos contra la inflación se ha reducido rápidamente. Esto ha contraído el diferencial a niveles artificialmente bajos, según algunos analistas.
"El break-even es completamente irreal, nadie pronostica una deflación durante cinco años si tenemos en cuenta todo lo que el Gobierno piensa hacer para reactivar la economía y los precios", opina Ellen Safir, fundadora de New Century Advisors. A su juicio, una vuelta al crecimiento significaría que los TIPS están infravalorados porque no descuentan una inflación que de seguro volverá en algún momento.
Por el contrario, otros expertos son más pesimistas: "El gran peligro es que no prevemos un rebote de la economía a finales de 2009; si la energía sigue moviéndose a la baja, o incluso si no se mueve mucho desde estos niveles, será muy difícil romper el descenso del IPC", asegura Meny Grauman, economista de CIBC Global Markets.