
Los líderes de Alemania y Francia anunciaron ayer su disposición para seguir adelante con una integración europea más profunda, para así conseguir una zona euro más fuerte en el seno de la Unión Europea.
El presidente francés, Emmanuel Macron, elegido en mayo y con ideas puramente europeístas, expresó su deseo de fortalecer la Unión Europea dejando a un lado el revuelo del Brexit, y se comprometió a anunciar propuestas para su fortalecimiento después de las elecciones de Alemania del próximo 24 de septiembre.
"Esta es una modernización que necesitamos", dijo el presidente francés en una asamblea anual de embajadores franceses ayer en París, prometiendo "pasos concretos en unas 10 áreas" y añadió que la Unión Europea no puede permitirse "atraparse en rutinas o discusiones tecnocráticas". Además, confesó que "el Brexit no debe absorber toda nuestra energía", coincidiendo con el momento en que funcionarios británicos y de la Comisión Europea celebran una tercera ronda de conversaciones esta semana sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
En Berlín, la canciller Angela Merkel, que se reunió con Macron el lunes, además de con el presidente español, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, en la Cumbre de París, respaldó la idea de un Fondo Monetario Europeo y dijo que podría imaginar la creación de un ministro combinado de finanzas y economía.
Un nuevo Fondo Europeo
El Fondo Monetario Europeo se plantea como una "muy buena idea", para la canciller, idea que proponía su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Angela Merkel dijo ayer que "podría hacernos aún más estables y permitirnos mostrar al mundo que tenemos todos los mecanismos en nuestra propia cartera de la zona euro para poder reaccionar bien ante situaciones inesperadas".
Este Fondo surgiría de la transformación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), una instalación para el rescate creada en 2012 para ayudar a solventar la crisis de la zona euro que amenazaba con desgarrar el bloque de la moneda común en el corazón de la Unión Europea.
Estas nuevas propuestas para revitalizar el sentimiento europeísta en el conjunto de la Unión Europea podría, según entonan sus líderes, permitir una mejor coordinación en las políticas presupuestarias y económicas. Sin embargo, esta necesidad de ilusionar con el conjunto proyecto europeo nace de la certeza de que los desequilibrios económicos en Europa se transforman en alimento para los populismos eurófobos que tienen por objetivo derribar el proyecto europeo.
A propósito de este asunto, Merkel se mostró a favor de la creación de un Presupuesto europeo que ayude a los países que llevan a cabo dolorosas reformas y amplíe así su capacidad de gasto siempre y cuando se trate de un proyecto modesto. "Desde un principio me he mostrado a favor. No se trata de un presupuesto de cientos de miles de millones, sino de cantidades pequeñas para que los países que hagan reformas puedan tener más margen del que les ofrece el Pacto de Estabilidad", expresó.
Tras esto puso de ejemplo a nuestro país: "España ha implementado una serie de reformas como el recorte en investigación y en las universidades que por su naturaleza no son beneficiosas para la competitividad del país. Un fondo europeo serviría para ayudar en la fase de reformas".
Para que estas propuestas no se las lleve el viento, Alemania insta a abordar las funciones con Francia, su socio más fuerte. De momento, junto a su compromiso explícito con Europa, Macron se ofreció ayer para liderar la inciativa contra la amenaza norcoreana y hace de la lucha contra el terrorismo su principal objetivo diplomático en su estreno al frente de Francia.