
La buena noticia es que mejorar la supervisión de las entidades financieras para prevenir crisis como la actual está entre las doce iniciativas estratégicas del programa de trabajo en 2009 de la CE. La mala noticia, que esto significa que la UE aparca hasta el año que viene un debate que ya dura años, tras quedar bloqueada en octubre la negociación entre los 27 Gobiernos europeos para legislar en la materia por la oposición de España, entre otros países.
Pese a las división interna sobre cómo poner en marcha este objetivo, el Viejo Continente reclamará en la cumbre del G-20 en Washington que se refuerce la supervisión de las compañías financieras globales.
Mayor transparencia en los mercados
El programa de trabajo para 2009 recién aprobado por la Comisión Europea (CE) contempla un paquete de iniciativas entre las que se encuentra proponer medidas legislativas para mejorar la reglamentación, la supervisión y la transparencia de los mercados financieros. Los hedge funds o fondos de inversión libre, los private equity o fondos de capital inversión, los mercados de derivados de crédito y la remuneración de los directivos están en el punto de mira.
La cuarta de las doce iniciativas estratégicas del Ejecutivo comunitario para el año que viene, por detrás queda el segundo rango con otras 37 iniciativas prioritarias, es mejorar la supervisión de los mercados financieros de la UE.
Pero antes de empuñar la pluma de redactar directivas y reglamentos, Bruselas esperará a recibir las conclusiones de un grupo de alto nivel recién creado que dirigirá el veterano francés Jacques de Larosière, ex gobernador del Banco de Francia, ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). La primera reunión del grupo tuvo lugar este miércoles 12 de noviembre.
La Comisión Europea espera que los primeros frutos de este grupo estén maduros en febrero, para ser presentados a la tradicional cumbre económica de primavera de la UE, reunión que todos los meses de marzo celebran los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete. De esta reunión deberán salir las líneas maestras que guíen la propuesta legislativa que elaborará Bruselas. Propuesta que luego negociarán, enmendarán y, si hay acuerdo, adoptarán los ministros de Economía y Finanzas de los países del club.
Colegios de supervisores o euro supervisor único
La tarea parece complicada vistos los antecedentes. Bruselas ya propuso hace un año la conocida como directiva Solvencia II. Esta norma pretendía actualizar los requisitos de fondos propios con los que las aseguradoras debían pertrecharse para hacer frente de manera adecuada a los riesgos asumidos y garantizar su solvencia. También intentaba reforzar e integrar la supervisión de las aseguradoras que operan en Europa.
Falta de apoyos, Bruselas enterró la posibilidad de proponer un regulador único centralizado. Una idea defendida por las empresas privadas, hartas de tenerse que someter a la burocracia variopinta de los reguladores y supervisiones de cada uno de los 27 países de la UE, pero rechazada por las autoridades nacionales, reacias a perder esta competencia.
Solvencia II propone crear colegios de supervisores. Cada aseguradora sería supervisada por un grupo integrado por los supervisores de todos los países europeos en los que opera, lo que permitiría un examen completo del grupo, en lugar de 27 evaluaciones fragmentadas. En caso de que no hubiera acuerdo en el grupo sobre qué requisitos imponer a una empresa, la decisión final recaería en el supervisor líder: el del país en el que la compañía tuviera su sede central.
España se opone
El sistema satisface a países que, como Francia, tienen grandes grupos aseguradores nacionales, pero no a otros como España, que fundamentalmente acogen a filiales de grandes grupos extranjeros. España teme que una decisión errónea impuesta por un supervisor foráneo termine por provocar un problema en la filial y que luego sea el Estado español y sus contribuyentes quienes tengan que acudir al rescate de la filial y de la estabilidad del mercado nacional.
La negociación sobre Solvencia II quedó bloqueada en el Ecofín (Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE) celebrado el pasado mes de octubre en Luxemburgo. Y en el Ecofín de principios de noviembre ni tan siquiera apareció en el orden del día. Ya hay quien defiende aguar la propuesta para que los Gobiernos europeos logren un acuerdo antes de finales de año, lo que posibilitaría que el Parlamento Europeo finalizara el trámite legislativo antes de su disolución en primavera y la celebración de las elecciones europeas.
Así sería posible cerrar el texto legislativo en 2009, aunque su integración en los respectivos derechos nacionales de los 27 países de la UE podría aún demorarse hasta 2011 o 2012. Si el trámite legislativo no concluyera en primavera del año que viene, quedaría a la espera de que el nuevo Parlamento Europeo y la nueva Comisión Europea empezaran a trabajar en otoño.
El problema detectado al intentar integrar en el ámbito europeo la supervisión de las aseguradoras se repetirá con los bancos. Bruselas acaba de presentar para el sector bancario una propuesta análoga a la destinada a los seguros. Para fraguar un consenso, el portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, encargó a Jacques de Larosière la dirección de un grupo de reflexión que proponga alternativas.
Cumbre planetaria en Washington
Barroso querría ver un sistema integrado de supervisión para los 44 mayores bancos europeos, que suman dos tercios de los activos bancarios de la UE. A Gordon Brown, primer ministro británico, los colegios de euro supervisores se le quedan pequeños y reclama supervisores planetarios para controlar a los 30 mayores grupos de las finanzas mundiales.
Pese a la división interna en Europa, Nicolas Sarkozy, presidente francés, ha recogido la idea de Brown y la apoyará en nombre de toda la UE en la cumbre que celebrarán el próximo sábado 15 en Washginton los líderes del G-20.
Esta cita reunirá a los siete países más industrializados del mundo (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) y a las principales economías emergentes (Brasil, Rusia, India, China, etcétera). Sarkozy acudirá al G20 como presidente de Francia, pero también como presidente semestral de la UE.