
Los temblores que han sacudido las principales economías del planeta comienzan a sentirse en América Latina. Los inversores centran su desconfianza en una región, en la que, según ha señalado hoy el FMI, la desaceleración en 2009 puede ser mayor de lo previsto. Este clima de pesimismo ha arrancado en Argentina, donde el Gobierno se apropiará de los fondos del sistema privado de pensiones, lo que se ha interpretado como una medida de urgencia para un Estado que necesita financiación.
Los analistas destacan que las necesidades de financiamiento de Argentina están creciendo rápidamente a medida que la crisis global hunde los precios de las exportaciones de materias primas, uno de los principales motores económicos del país.
El diario estadounidense Wall Street Journal señala que la caída en los precios de las materias primas y el gasto desenfrenado del gobierno han creado una brecha de entre 10.000 millones y 11.000 millones de dólares que el Estado debe pagar de aquí a fines de 2009. Los fantasmas de los problemas de pagos del país vuelven a aparecer en el horizonte.
Los principales bonos de la deuda argentina caían hoy un 7,5% de media, afectados por una marcada reticencia a la inversión en el país. El índice EMBI+ Argentina, elaborado por JP Morgan y que mide la diferencia de tasa entre bonos del país sudamericano con sus similares de Estados Unidos, subía 102 unidades a 1.729 puntos básicos.
Esta situación es la que ha esgrimido hoy el mercado español para justificar las fuertes caídas que han sufrido valores como Santander (SAN.MC), BBVA (BBVA.MC), Repsol (REP.MC) y Telefónica (TEF.MC) , con intereses económicos en el país. El banco presidido por Francisco González ha asegurado que la nacionalización de las pensiones tendrá un impacto nulo para sus cuentas.
"La situación de incertidumbre es enorme y al mal ambiente que se respira en todos los mercados se suma ahora la preocupación en Latinoamérica, algo que ha sido mencionado como colchón para muchas de las empresas españolas y que ahora actúa como catalizador bajista", ha declarado un operador a Reuters. "Parece que la crisis ha llegado definitivamente a la región", añadió.
Desaceleración económica
En este contexto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de que el crecimiento económico de América Latina en el 2009 podría reducirse más de lo previsto. A principios de mes, el organismo anticipó que el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región se desaceleraría hasta un 3,2% en el 2009.
"Puede caer más de lo que estimamos. Los riesgos son más con sesgo a la baja que al alza", ha declarado David Robinson, subdirector del Departamento Hemisferio Occidental del FMI, en una presentación en Chile sobre los pronósticos para la región.
"Hablando en términos generales, en promedio y por supuesto que esto cambia dependiendo de cada país, una caída de 10% en los precios de las materias primas reduce el crecimiento en 75 puntos básicos", ha explicado Robinson para evidenciar la importancia de una caída de los precios de las materias primas, que constituyen los motores de varios países de la región.
Las bolsas de Sudamérica reaccionan a las dudas con fuertes recortes. El índice MSCI de acciones latinoamericanas se desploma un 10,2%.