
El Senado de EEUU ha votado hoy su propia versión del plan de intervención estatal de 700.000 millones de dólares (500.000 millones de euros), al que se han incorporado alivios fiscales y medidas de apoyo al ciudadano para ganarse a los legisladores más reticentes.
La votación del Senado se produce sólo dos días después de que la Cámara Baja rechazara inesperadamente el multimillonario plan de rescate, lo que desencadenó el desplome de las bolsas mundiales.
Cambios en el plan
La presión ciudadana sobre los senadores ha resultado ser mucho menor que sobre los representantes, ya que todos éstos deben renovar su puesto en las urnas dentro de un mes.
Además, la nueva versión del plan de rescate contiene una medida para evitar que la clase media y los pequeños empresarios se vean afectados por el "impuesto mínimo alternativo", lo que supone, en realidad, un alivio fiscal. "La medida provocará inmediatamente la creación de cientos de miles de puestos de trabajo en Estados Unidos", dijo hoy el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid.
El texto incluye también una medida para incrementar hasta 250.000 dólares las garantías que se aplican a los depósitos que los particulares y las pequeñas empresas tienen en los bancos, en caso de que la entidad entre en quiebra. Además, incluye una cláusula sobre reducciones tributarias, una medida que, según los propios líderes políticos, podría ayudar a conseguir el voto de los republicanos.