
A pesar de la incertidumbre que impera sobre las cabezas de una España ingobernable -con un Ejecutivo en funciones desde el pasado mes de noviembre- y una Europa sacudida por la pleamar del Brexit, el optimismo se ha abierto camino entre los expertos y empresarios españoles, cuyas perspectivas respecto a la evolución económica del país para 2017 resultan más alentadoras que las registradas tres meses atrás. Este generalizado halo de esperanza se debe, en otras razones, a las expectativas de crecimiento del consumo, el empleo y las exportaciones. Así lo ha revelado el Consenso Económico correspondiente al segundo trimestre de 2016, elaborado por la firma PwC.
Así, cuando se preguntó a los participantes sobre el crecimiento del PIB español para el año 2017, pudo apreciarse una desviación de la opinión hacia polos más optimistas que el pasado semestre. Respecto al Consenso anterior, cayeron ocho puntos los que aseguraron que la progresión del PIB irá a peor -del 55,1 por ciento al 47,1 por ciento- y subió nueve puntos porcentuales -del 18,7 por ciento al 27,4 por ciento- la creencia de que ésta mejorará.
Directivos y expertos esperan una mejora de la coyuntura económica de las familias. Subieron del 25,9 por ciento al 36,6 por ciento las esperanzas respecto al aumento del consumo en el próximo semestre; y permaneció estable la opinión sobre la demanda de vivienda: el 34,5 por ciento apostó por su crecimiento, frente al 57,4 por ciento que se mantuvo en la creencia de que seguirá igual. También se atisba la mejora de la situación financiera de las empresas: aumentaron 15 puntos -del 14,8 por ciento al 29 por ciento- los que dijeron que ésta prosperará en el próximo trimestre.
Por otra parte, el 36 por ciento de los preguntados aseguró que la inversión productiva aumentará durante el próximo semestre (diez puntos pon encima de las cifras obtenidas el pasado trimestre); el 48 por ciento afirmó que crecerán las exportaciones (5 puntos más respecto al Consenso anterior); y el 44 por ciento auguró un aumento de la creación de puestos de trabajo (casi 8 puntos por encima del porcentaje registrado hace tres meses).
La UE: otra cara de la moneda
Si bien los participantes manifestaron optimistas expectativas respecto a la evolución de la economía española, no mostraron un talante tan alentador cuando se les preguntó sobre el curso de la economía mundial. Sólo la situación actual de la economía estadounidense recibió una buena calificación por parte de los expertos, mientras la tesitura de la Unión Europea, China y Japón fue calificada de regular.
De cara al futuro, los participantes del Consenso aseguraron que, para junio del próximo año, no habrá cambios significativos en la orbe económica, salvo una excepción: la UE, donde cayeron en diez puntos los que atisbaron su mejoría -del 45 por ciento al 34,9 por ciento- y, como en un espejo invertido, aumentaron prácticamente en igual proporción quienes dijeron esperar el empeoramiento de la actividad del que para entonces quizás sea el club de los Veintisiete. Además, esta tendencia europesimista no incorporaba totalmente la zozobra desencadenada por el Brexit, ya que una gran parte de las respuestas de los participantes fueron recibidas antes de ser conocido el resultado del referéndum del pasado 23 de junio, en el que los británicos pidieron el divorcio a la UE.
Una mayoría del 53,9 por ciento afirmó que este fresco de expectativas se debe al efecto de riesgos indefinidos asociados al equilibrio geopolítico internacional, frente a un 20,2 por ciento que señaló las tensiones del mercado de divisas como el origen de dichos riesgos. Y sólo el 2,9 por ciento de los partícipes asoció los riesgos a la insuficiencia de liquidez monetaria.
Los expertos aseguraron que el Banco Central Europeo esperará a ver los efectos del modelo monetario actual de compra de bonos soberanos y de empresas calificadas para mantener estable el precio del dinero de aquí a final de año. Sin embargo, el 44 por ciento de los encuestados predijeron el aumento de los tipos a partir de junio de 2017: el 20 por ciento auguró una subida de 0,05 puntos y el 22 por ciento de 0,25 puntos.
En cuanto al tipo de cambio, el Consenso volvió a apostar por una caída de la cotización del euro respecto al dólar: un 54 por ciento aseguró que se situará entre 1 y 1,1 dólares por euro.
Por su parte, la opinión mayoritaria -el 54 por ciento de los encuestados- apuntó que la inflación española se mantendrá por debajo del 0 por ciento en diciembre de 2016, mientras que el 77,2 por ciento de los partícipes señaló que, para junio de 2017, ésta se encontrará entre el 0 y el 1 por ciento, y para diciembre del mismo año un 35 por ciento estimó que estará situada por encima del 1 por ciento. De hecho, el 81 por ciento de los participantes apostó por mantener los precios a sus productos; y de los que abogaron por la subida, el 60 por ciento dijo hacerlo por haber mejorado la calidad de sus productos.