
A estas alturas de la crisis, ya nadie pone la mano en el fuego por nada. Tampoco lo ha hecho este miércoles Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, durante su intervención ante el pleno del Parlamento Europeo.
"La situación a la que nos enfrentamos en Europa es menos aguda [que la de EE UU] y los Estados de la UE no consideran en este momento que haga falta un plan del estilo del estadounidense", subrayó Almunia ("The situation we face here in Europe is less acute and Member States do not at this point consider that a US style plan is needed").
La frase es todo un ejemplo de los matices que los burócratas de la Comisión Europea son capaces de introducir en los discursos que redactan para sus comisarios. Primero: un posible plan de rescate del sector financiero europeo que calque en el Viejo continente la multimillonaria inyección de dinero público que está dispuesto a desembolsar el Gobierno norteamericano no es que esté descartado, simplemente no se considera "en este momento (at this point)".
Segundo: quien no lo considera en este momento no es Almunia, que no se moja. El comisario español atribuye esta opinión a las autoridades nacionales de los 27 países de la UE ("Member States") que, cierto es, son quienes deberían rascar en el bolsillo de sus respectivas Haciendas Públicas si llegara el caso.