
Toda la inversión que las empresas han realizado a lo largo de los tres últimos años la ha financiado gracias a sus excedentes, es decir, sin tener que endeudarse para acometerla. Éste es un hecho sin precedentes al menos en los últimos quince años. No se dio, ni siquiera, en pleno boom inmobiliario.
Así y desde el año 2.000, cada vez que el conjunto del sector empresarial aumentaba su inversión, tenía que elevar su pasivo para poder financiarla. El cambio, sin embargo, empieza a darse a partir de 2013. En los tres últimos años, las empresas españolas han aumentado un 23% la inversión en bienes de equipo hasta los 75.767 millones de euros. En ese mismo periodo han sido capaces de reducir su deuda un 13%, en algo más de 104.000 millones de euros.
Toda la inversión que se ha llevado a cabo en estos últimos tres años se ha financiado íntegramente con el excedente generado por las empresas, explica María Jesús Fernández, economista senior de Funcas. En su opinión, dado el elevado nivel de endeudamiento empresarial, y las dificultades del sistema financiero para otorgar crédito, "sin una sólida generación de excedentes, posibilitada por la reducción de los costes laborales unitarios, no hubiera sido posible este crecimiento de la inversión".
Apuesta por la competitividad
Las empresas están iniciando el cambio de modelo económico y éste sería un buen ejemplo de ello. Los expertos consideran que la inversión el bienes de equipo es un claro indicador de crecimiento económico futuro que, además, permite a las empresas reducir sus costes de producción y, por tanto, ser más competitivas.
Con anterioridad a la crisis financiera, la inversión en construcción tenía más peso como componente de la demanda interna de nuestro país que la inversión productiva, lo que empezó a cambiar a raíz del desplome del ladrillo.
La inversión productiva, crece a dos dígitos
Los dos últimos ejercicios de los que se disponen datos, 2014 y 2015 revelan que el avance de la inversión alcanza ya los dos dígitos, algo que no había sucedido tampoco a lo largo de los últimos quince años. De hecho, el mayor repunte de este indicador que se había registrado hasta entonces en ese periodo se produjo en 2005, cuando la economía española acumulaba más de una década en expansión. Fue del 9,9% (ver gráfico). Ese mismo año, la deuda de las empresas creció un 9,6% en relación al ejercicio previo y fue el último que permaneció por debajo del billón de euros.
Desapalancamiento privado y avance del pasivo público
Otro aspecto importante y que supone un hecho diferencial en relación a lo que está sucediendo con el sector público es el paulatino proceso de desapalancamiento de las empresas desde el año 2011. Su deuda ha pasado del 132,3% del PIB a representar a finales del año pasado el 104,6% del PIB. Se ha reducido de 1.415.742 millones de euros a 1.131.276 millones, lo que implica que regresa a los niveles previos al inicio de la crisis.
La inversión es esencial para propiciar el cambio de modelo. Tras años de crisis y empobrecimiento de la población, parte de los expertos apuesta por elevar salarios para estimular la economía. María Jesús Fernández se muestra partidaria de la contención y de buscar otra forma de compensar a las rentas más bajas. El objetivo: seguir generando excedente empresarial para destinarlo a mejorar los procesos productivos, a investigación y desarrollo de nuevos productos o a abrir mercados en el exterior y propiciar así ese cambio económico.