
El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, ha subrayado que el acuerdo al que se llegue con Grecia para desbloquear la financiación debe ser una solución duradera y no provisional.
"No serviría de nada encontrar una de tres semanas para volver a pasar por lo mismo al cabo de tres semanas o tres meses", señaló en una entrevista concedida a la emisora France Inter.
Sapin añadió que las negociaciones entre Atenas y la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional han tardado en acelerarse porque "era necesaria una suerte de aprendizaje del poder por parte del nuevo gobierno (heleno), de lo que son las instituciones europeas".
Pero, al mismo tiempo, estimó que haber asumido las riendas hace apenas cinco meses "es quizá su ventaja, porque pueden hacer cosas que otros no hicieron".
Dejó claro que no hay "una parte de Europa contra otra", y sostuvo que "se podía presagiar que al final del proceso habría dificultades", tanto por parte europea, "porque las reglas deben ser respetadas", como griega, "porque no es fácil, después de una bella victoria electoral, enfrentarse a la realidad y tener que escoger".
"Lo único que sé es que de aquí a finales junio hay un acuerdo, y que más allá no", dijo el titular francés de Finanzas, que descartó totalmente el planteamiento de llegar a condonar la deuda de ese país.
Sapin insistió en que "no ha sido una Europa anónima, una entidad alejada, quien ha prestado dinero a los griegos. Se trata de préstamos bilaterales entre cada uno de los Estados europeos y Grecia".
"Sería incomprensible para todo el mundo que se dijera que se condona la deuda. ¿Quién la pagaría? La cosa no funciona así. Lo serio es encontrar un equilibrio, y hacerlo a un ritmo compatible con la vuelta al crecimiento", concluyó.