
Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, cree que Alemania está haciendo muchas cosas bien, pero su modelo económico tiene dos debilidades, una interna relacionada con la desigualdad entre estados y otras externa por la elevada dependencia de su economía de las exportaciones.
Becerra explica en La Carta de la Bolsa, que Alemania está "no gasta más de lo que ingresa, ahorra y reduce su dependencia financiera del exterior. Con eso no puedo estar más de acuerdo. Pero Alemania tiene otro problema que no está abordando y que también tiene que ver con el ahorro: su dependencia de las exportaciones".
Y es que según el economista catalán, cualquier shock externo que desembocara en una minoración del comercio global y, por ende, de las exportaciones germanas sería fatal para el país de Angela Merkel: "Alemania se encontraría con un exceso de capacidad productiva monstruoso: el 45% de su PIB son exportaciones, teniendo en cuenta que su inflación se halla contenida, lo que sale es que Alemania está obligada a seguir exportando desaforadamente y a logar unos superávits exteriores lo más elevados posibles".
Pero este no es el único problema de la mayor potencia europea: "Alemania tiene otro problemón interno. Cuatro estados sostienen al resto, y eso es imposible de mantener en el tiempo, sólo es posible mantenerlo durante un tiempo y si los territorios sostenedores van bien, pero que muy bien".
Pero por si esto fuera poco, Becerra cree que Alemania tiene otro problema importante y también interno: "Unos bancos regionales que aún no han arreglado y unos desequilibrios zonales monstruosos... Alemania tiene recursos, pero le faltan ideas para poner en orden su casa sin provocar fuera efectos no deseados".