
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha puesto la nota discordante a través de una misiva donde puso en duda las medidas propuestas el gobierno heleno al tacharlas de "poco específicas". De esta forma, la guardiana de la institución internacional, que en 2013 reconoció haberse equivocado a la hora de gestionar el rescate griego, mostró su incredulidad a Jeroen Dijsselbloem, el ministro holandés de finanzas encargado de liderar las negociaciones entre sus homólogos europeos.
Lagarde participó previamente en la conferencia telefónica donde los ministros de la eurozona aprobaron la extensión durante cuatro meses de las ayudas a Grecia. Sin embargo, nada más terminar dicha llamada, el FMI emitió una carta donde la lista de reformas presentada por el ejecutivo de Alexis Tsipras ya que no son lo suficientemente claras sobre asuntos clave, y quizás los más importantes, como las pensiones, el IVA, la privatización de ciertos sectores públicos o las reformas laborales. "Consideramos estas medidas como críticas para que Grecia pueda cumplir los objetivos básicos de su programa de financiación", aclaró Lagarde.
La ex ministra de finanzas gala dijo que las medidas presentadas al eurogrupo pueden ser válidas "como un inicio para una futura y exitosa revisión" pero incidió en que las propuestas "no eran demasiado específicas" aunque justificó que el nuevo gobierno tomó posesión a finales de enero. Sólo mencionó la lucha contra la evasión de impuestos y la corrupción como las propuestas prometedoras que baraja el gobierno griego. Pese a este insípido apoyo, Lagarde reconoció que no existen señales claras que apunten que el gobierno heleno tiene intenciones claras de aplicar y desarrollar las reformas englobadas dentro del Memorando de Políticas Económicas y Financieras.
De hecho, la mandamás de la institución con sede en Washington enfatizó que para que Grecia continúe obteniendo ayuda del FMI más allá de los próximos cuatro meses, las medidas de reformas deben "ir más allá" de los perímetros esbozados por el ejecutivo de Tsipras.