La industria vuelve a despertar. Según el Observatorio Laboral elaborado por Fedea con las cifras de la última Encuesta de Población Activa (EPA), en 2014 en España el motor del crecimiento del empleo correspondió a la agricultura y a la industria. En concreto, este último sector acumuló el año pasado una subida en términos relativos del 2,5%, por encima incluso de la construcción y del sector servicios, que acumulan ascensos del 2%. "Hay que ser cautos pero es posible que nos esté indicando un repunte sano de este sector", explica Sara de la Rica, desde Fedea.
La catedrática de Economía en la Universidad del País Vasco además prevé que en este primer semestre del año "este impulso continúe". La experta se apoya fundamentalmente en los datos de cierre del año, que son más llamativos incluso. Según el observatorio de Fedea que mide el empleo neto, esto es, la diferencia entre el número de puestos de trabajo creados y destruidos, en el cuarto trimestre del año, la industria ganó 7.796 empleos frente a los 4.353 perdidos un año antes. Un mejor comportamiento que el presentado por el resto de la radiografía del mercado laboral. Servicios, por ejemplo, sigue cerrando 2014 con una cifra negativa de 17.801 empleos; o construcción, que pierde 2.390.
Un millón de empleos
Otro termómetro que utiliza Fedea y que también aprueba el sector productivo es el de comparar las cifras con los resultados obtenidos en 2007. Es relevante este año, pues desde entonces la industria ha perdido un millón de puestos de trabajo. Según este dictamen, de octubre a diciembre, de media este sector productivo empleó a 14 de cada 100 ocupados, lo que casi iguala a la proporción de 16 de cada 100 que ostentaba el año 2007, antes de empezar a caer.
Otro punto importante es que, de acuerdo con algunos servicios de estudios, como el BBVA Research, parte del crecimiento que la economía española ha venido registrando a lo largo de los últimos trimestres se explica por el consumo, pero también por la inversión en bienes de equipo, que alcanza máximos históricos. Nunca antes nuestro país había dedicado tantos recursos a esta inversión productiva. De hecho, este indicador acumula ocho trimestres consecutivos de crecimiento y ha aumentado un 22% desde mínimos (cuando en Europa la inversión en bienes de equipo ha crecido de media un 8%). Los expertos explican que gracias a que la industria ha visto rebajarse sus costes de financiación y a que el abaratamiento del petróleo está reduciendo sus costes de inversión, el sector va a poder poner en marcha nuevos proyectos de inversión, lo que sería aún más positivo para el empleo.
Crecimiento desigual
No obstante, el crecimiento del sector industrial ha llegado de manera desigual a todo el Estado si comparamos ambos años (2007 y 2014). En este sentido, Navarra por ejemplo, tras siete años de recesión ha logrado capear la crisis y mantiene una incidencia de la industria en el empleo superior al 24%. Al margen de este punto caliente manufacturero, es significativo distinguir entre Madrid, Andalucía, Islas Baleares o Canarias, cuya proporción de trabajadores en la industria no alcanza el 10% del total; mientras que en otras regiones como Navarra, La Rioja o País Vasco incluso supera el 20%. "Estas regiones están más industrializadas en proporción que Alemania", subraya Sara de la Rica.
Esta divergencia, a juicio de expertos, es la que también debería de tenerse en cuenta a la hora de diagnosticar o estudiar futuras políticas de mercado. "No hay una receta única, no todo vale para todos", señalan desde Fedea. Para de la Rica, en Andalucía y Madrid, por ejemplo, se debería apostar por unas políticas que hagan de este trabajo fundamentalmente de servicios, un empleo más cualificado, "como ya ocurre en la sociedad americana". No obstante, en aquellas regiones en las que sí que se está desarrollando la industria, el Ejecutivo "debería premiar la inversión".
Generadora de riqueza
De la misma opinión es Carlos Martínez, director general de IMF Business School, quien señala que "todo lo que sea industria representa crear riqueza, empleo mucho más estable y contratar personal cualificado".
Para este experto, uno de los puntos fuertes de este sector productivo es que podría acabar con el exceso de temporalidad del mercado laboral que "España siembra desde marzo hasta septiembre". En este sentido, cree que para que este repunte no se quede en papel mojado, el Ejecutivo debería de aumentar la inversión en el sector. "Habría que apostar por ayudas como las PIVE para el automóvil pero en otros frentes como el textil o el juguetero".
El director general de IMf Business School, habla de un buen año laboralmente hablando, y espera, igual que el Ejecutivo, que 2015 traiga medio millón de empleos bajo el brazo. En este sentido, confía en el mantenimiento del sector servicios y del turismo así como en el repunte de la industria pero sobre todo de la construcción.
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