
El Bundesbank (banco central de Alemania) descarta que, de momento, se hayan formado burbujas de precios en el mercado inmobiliario alemán.
En su boletín mensual de febrero, publicado hoy, el Bundesbank dice que "para Alemania en su conjunto, tanto ahora como antes, no son perceptibles sobrevaloraciones sustanciales de la propiedad inmobiliaria".
No obstante, el Bundesbank reconoce que en algunas ciudades de Alemania los precios de los pisos en propiedad y de las casas unifamiliares están en parte notablemente sobrevalorados.
La subida de los precios se ha ralentizado en Alemania, sobre todo, para los pisos en las ciudades, mientras que los precios de las casas unifamiliares sigue subiendo con fuerza en las zonas más pobladas.
Uno de los motivos de la ralentización de la subida de los precios de los pisos es la caída de la demanda por la elevada carga impositiva que los acompaña. Asimismo la oferta de casas y de pisos nuevos fue en 2014 mayor que el año anterior, según el Bundesbank
Una economía apoyada en el consumo
El Bundesbank (banco central de Alemania) prevé que el auge económico se mantenga en Alemania en los primeros meses de 2015 y que el consumo privado sea el mayor apoyo al crecimiento.
En su boletín mensual de febrero, publicado hoy, el Bundesbank indica que "la economía alemana se beneficiará del impulso coyuntural también tras el cambio de año 2014/2015".
"En vista de la mejora de la confianza empresarial que comenzó en noviembre es destacable la rapidez y fuerza con las que el crecimiento económico ha subido en Alemania a finales de año", añade el Bundesbank.
Las ganas de comprar de los consumidores ha impulsado la coyuntura alemana a finales de 2014. La economía alemana creció en el cuarto trimestre del año un 0,7 %, frente a los tres meses anteriores.
"A corto plazo, el consumo privado es el principal apoyo de la mejora", según los economistas del Bundesbank. La caída de los precios de la energía, tras el abaratamiento del petróleo, contribuye también al impulso económico porque los consumidores pagan menos por la gasolina y la calefacción y tienen más ingresos disponibles.
Asimismo la economía alemana también se beneficia de la depreciación del euro, que aumenta las posibilidades exportadoras fuera de la zona del euro y puede incrementar las inversiones en nuevas maquinarias y naves industriales.